Diez días es el tiempo que los pueblos Nasa y Emberá Chamí le dieron a la multinacional para explicar el uso no consentido de la palabra coca en su famoso refresco.  Esto dice el texto de la misiva, que fue divulgado por la AFP.

Fabiola Piñacué, mandataria Nasa y firmante, defendió el “derecho” de su comunidad a comercializar su cerveza Coca Pola.

“La hoja de coca es uno de los elementos principales de la cultura Nasa, basta ya de que nos empiecen a perseguir porque la coca es de otros”, enfatizó.

A través de sus representantes legales en Colombia, Coca Cola ya había exigido tiempo atrás a los indígenas, el no uso de la palabra ‘coca’ en los productos que venden a nivel nacional, luego de su rotundo éxito y notoriedad en ventas, especialmente de su cerveza Coca Pola, que originó la disputa y que llevan 4 años fabricando, alcanzando hoy una producción de 7.000 cervezas al mes.

Ahora, en respuesta, son los indígenas colombianos los que lanzan un ultimátum a la multinacional y se plantean prohibir la venta de Coca-Cola en sus territorios, por el “uso no consentido” de la palabra coca, una de sus plantas sagradas.

La coca es un símbolo ancestral para los pueblos originarios indígenas, que mastican la hoja  y la utilizan en rituales y ceremonias propias de su cultura, por lo que la defienden como parte de su “patrimonio ancestral”.

Por lo anterior, afirman enfáticamente que, al registrar su nombre sin consultarlos, la compañía norteamericana habría incurrido en “prácticas abusivas” que violan “la normativa nacional, andina y el sistema internacional de los Derechos Humanos”.

Los pueblos indígenas del sur del país aseguran que, de no cumplir el plazo, tomaran medidas judiciales y comerciales contra Coca-Cola, incluyendo prohibición de la venta de sus productos en los territorios indígenas.

Desde la perspectiva de las comunidades étnicas, sería una baja grande en consumo, ya que el territorio que mencionan, tiene 33 millones de hectáreas, es decir, casi la tercera parte del país, según la Agencia Nacional de Tierras.

El nombre de la cerveza proviene del término “Pola”, como se le dice a la cerveza en Colombia, y “Coca”, la planta sagrada de los indígenas que además es materia prima de la cocaína.

Colombia es el mayor productor mundial de este estimulante ilegal. Sin embargo, la legislación autoriza a los indígenas a cultivar el arbusto de coca y comercializar otros productos a base de sus hojas.

Casi tres meses después del pedido de Coca-Cola, la Cola Pola sigue en el mercado a un precio de unos $8000 pesos colombianos, la lata.

Como antecedente se tiene que, en el año 2012, la justicia falló a favor de una organización indígena que demandó a un empresario colombiano por registrar la marca “Coca Indígena” sin consultar a los representantes de los pueblos originarios. Tras la decisión, la marca salió del mercado.

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