Tras cuatro meses y medio de máximos, el precio al que cotiza el oro logró consolidarse gracias a un dólar débil, a la mala salud de las criptomonedas y a la incertidumbre en torno a los planes de la Reserva Federal.
Se espera que el organismo estadounidense revele las conclusiones de la reunión que su comité mantuvo el 19 de mayo sobre política monetaria durante la primera semana de junio.
«El aumento de los riesgos inflacionistas en Estados Unidos ha asustado a los mercados, y las actas de la última reunión de la Reserva Federal sugieren que algunos responsables políticos están dispuestos a hablar de reducir el estímulo comprando menos bonos», destaca la cadena CNBC.
Dichas conclusiones podrían no gustar con la inflación tocando a la puerta, así que por ahora muchos están guardando su dinero en el refugio más seguro, precisamente, contra la inflación, subraya Robin Dhar, un analista independiente citado por la cadena.
La volatilidad fruto de las medidas que anunció China en abril para estabilizar el ascendente precio de sus materias primas también ha impulsado el atractivo del oro, sostiene la CNBC. El 23 de mayo el bitcóin cayó un 13% y acabó perdiendo así la mitad de su valor máximo (unos 63.000 dólares), registrado en abril de 2021. Desde que Elon Musk traicionó y China declaró la guerra a la moneda, quienes habían invertido su dinero en ella o mantienen sus posiciones porque de otra forma saldrían perdiendo o han decidido pasarse al oro a la espera de mejores perspectivas.
Por otra parte, el dólar está a la baja desde hace tres meses, lo que no hace más que consolidar el atractivo que la criptodivisa confiere al metal precioso.
sputnik
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