La visita del presidente español, Pedro Sánchez, a Argentina busca potenciar la asociación entre ambos países. Tras esta, los millones de euros en inversiones de Moncloa para América Latina y su apoyo ante los acreedores del país sudamericano, que vive una delicada situación económica.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ya está en Argentina. Aterrizó la noche del martes 8 de junio en Buenos Aires, donde fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Felipe Solá, así como por el embajador de España en el país sudamericano, Javier Sandomingo. El líder de la Moncloa se prepara para una visita relámpago de 24 horas en el país sudamericano, en la que se reunirá con su homólogo argentino, Alberto Fernández.

El objetivo principal es firmar un plan de acción que relance la asociación estratégica entre ambos países, en el marco del proyecto oficial de Internacionalización de la Economía Española 2021-2022. Este incorpora 4.500 millones de euros procedentes de los recursos públicos en apoyo a las compañías españolas en América Latina, especialmente pequeña y mediana empresa. España es el segundo mayor inversor en Argentina con 9.863 millones de euros, solo por detrás de Estados Unidos. Unas 300 entidades españolas radican en territorio argentino.

El líder del ejecutivo español tiene programado en su agenda un encuentro empresarial en la Casa Rosada. Sánchez ha viajado hasta el río de la Plata acompañado por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y por un selecto grupo de «la diplomacia económica». Un grupo de empresarios se han subido a bordo del avión presidencial, entre ellos, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, además de representantes de multinacionales como Iberia, Telefónica, el Banco Santander, BBVA, Indra, Naturgy, Abertis, Dycasa o Codere.

En Argentina, la visita de Pedro Sánchez se entiende como la llegada de Míster Marshall. Alberto Fernández espera conocer qué cantidad del plan económica español recaerá en suelo argentino en forma de inversiones. «Argentina será uno de los países prioritarios», se señaló en el momento en el que se anunció la intención del ejecutivo español.

Una cantidad que llegaría en un momento en el que Argentina no se encuentra entre la lista de países más atractivos para el capital internacional. El país latinoamericano padece una nueva crisis económica. La deuda pública equivale al 103% del PIB, cifra que no puede afrontar. En total, 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y 2.400 millones con el Club de París, 160 millones de los cuales se los adeuda a España. Es más, el Gobierno de Fernández negocia la postergación de los vencimientos de 2021 para evitar una nueva cesación de pagos. Precisamente, busca el respaldo de Madrid frente a los organismos internacionales.

Situación que empeora a causa de la pandemia. En 2020, tras dos años de caída, el PIB argentino se desplomó un 9,9%, el mayor hundimiento en los últimos veinte años. Eso sí, se espera que en 2021 crezca un 5,8%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional.

En las calles de Argentina, la pobreza va en aumento. A finales de 2020, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) indicó que el 45,2% de la población vive en la pobreza. 20 millones de personas que no alcanzan los 340 euros que supone una cesta básica de la compra, tan siquiera mediante la unión de todas las vías de ingresos de la familia. Con 126 euros de salario mínimo y una inflación con un 36% de subida en 2020, la brecha entre precios e ingresos se agiganta día a día y reaviva el fantasma de la pobreza.

Redacción de: /Sputnik/

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