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A lo largo de la historia, Colombia ha enfrentado diversas situaciones, que la han llevado a estar en tela de juicio, ya sea por el conflicto entre grupos al margen de la ley, cómo la cantidad de secuestros producidos por los mismos ya sea por grupo extorsivos.

Y aunque ya ha buscado llegar al concepto de diálogos de paz, siempre termina en palabras y no en bases que ayuden a superar todo eso.

Uno de los caso que generó revuelo en Nariño ya sido el secuestro del exalcalde del municipio del Charco, quién tras un año de su secuestro no se tiene ningún tipo de información.

Es así, que el pasado 23 de abril de 2022 el entonces alcalde Jesús David Ureña fue privado de su libertad por personas desconocidas quienes lo obligaron a abandonar la lancha en la que él viajaba desde el municipio de Guapi.

A su vez, su madre Carmenza de Ureña ruega por su pronta liberación, e insiste en información que permita dar con el paradero de su hijo, y esclarecer que sucedió con David.

Aunque la fiscalía logró la captura de dos hombres, quienes presuntamente participaron en el secuestro de Ureña a tres meses de su desaparición, las investigaciones no avanzan.

Cristiana Hidalgo, esposa de David manifestó además, que en las audiencias realizadas no hay podido adelantar nada con el proceso, dejando a toda la familia sin esperanzas de saber de qué será la vida de su esposo.

Es así que este secuestro, se encuentra como muchos más en el país, dónde las fuerzas de los familiares se agotan y es allí donde dicen rendirse e imaginar la más grande tragedia para la víctima.

Finalmente, lo único que se puede deducir es que hasta el momento el fenómeno del secuestro sube, y los resultados disminuyen en Colombia.

 

 

 

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