La ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, quien dio apertura al Foro, reiteró que Colombia necesita una reforma laboral que dé tránsito hacia los derechos de las trabajadoras y trabajadores en el país. Con la reforma, este gobierno pretende recuperar el recargo nocturno del 35 %, los festivos y dominicales que vuelvan al 100 % que en la actualidad están con el 75 %, el pago de indemnizaciones por el despido sin justa causa, medidas que se abarataron y con recortes de derechos para los trabajadores.
Aseguró Ramírez Ríos: “las reformas tienen el respaldo tanto de la OCDE como de la OIT, del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, porque estos proyectos recogen las recomendaciones de los estándares internacionales que ellos están colocando. Por ejemplo, la OCDE no solo dice que la tercerización profundiza la desigualdad y la pobreza, sino que además hay que prohibir las cooperativas de trabajo asociado, los pactos colectivos y contratos sindicales y en el mismo sentido, lo ha recomendado la OIT que es lo que está expresando nuestro proyecto de reforma laboral”.
Por su parte la especialista de Normas Internacionales de Trabajo de la OIT, Maríalaura Fino, se refirió al camino de Colombia en la OIT, sus avances y desafíos sobre los convenios ratificados en este organismo internacional.
También se refirió a los 61 convenios ratificados por Colombia ante la OIT que están principalmente relacionados con la libertad sindical, igualdad de oportunidades y de trato, inspección del trabajo, seguridad y salud en el trabajo y el de trabajadoras/es domésticos: “las recomendaciones de la Comisión de Expertos de la OIT tienen que ver con “las horas extras para que en Colombia sean correctamente remuneradas, el descanso semanal y al derecho de las vacaciones anuales”, destacó Fino.
Finalmente, la rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya; resaltó que la universidad estará dispuesta a generar nuevos conocimientos que sean apropiados para el desarrollo de las comunidades y cuya tarea es hacer política pública y tener argumentos desde la academia para que se tomen las mejores decisiones en los problemas sociales: “hemos construido sobre las diferencias pero necesitamos flexibilidad y es lo que hemos aprendido desde los centros de pensamiento e investigación, en materia de política pública y acompañamos al gobierno y a los ministerios”.