En una acalorada discusión en redes sociales, el presidente Gustavo Petro y la senadora María Fernanda Cabal se enfrascaron en un rifirrafe sobre la seguridad en Colombia, desatando un intercambio de declaraciones que puso de manifiesto las tensiones políticas en el país. Todo comenzó cuando la congresista Cabal comentó en una publicación que situaba a Colombia como el segundo país con el más alto índice de crimen organizado en el año 2023.
Cabal no escatimó críticas al presidente Petro, afirmando que bajo su liderazgo, Colombia se había convertido en un foco de inseguridad. En su comentario, la senadora cuestionó la gestión de Petro y comparó la supuesta falsedad de la paz durante el gobierno de Juan Manuel Santos con la actual administración. «Tan falsa fue la paz de Santos como la paz total de Petro», expresó Cabal, generando un fuerte revuelo en las redes.
La respuesta de Petro no se hizo esperar. El presidente contraatacó señalando que el país llevaba décadas ocupando un lugar deshonroso en cuanto a crimen organizado, y no solo durante su mandato. Acusó a Cabal de apoyar gobiernos anteriores que, según él, permitieron la infiltración del narcotráfico en el poder político. Petro afirmó que su administración estaba trabajando para deshacer lo que él considera como una entrega del país al narcotráfico, asegurando que están devolviendo el poder a la ciudadanía.
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En medio del enfrentamiento, el expresidente Ernesto Samper intervino, respaldando la posición de Petro. Samper destacó la importancia de la coherencia entre las políticas de Estado y las acciones de gobierno, haciendo alusión a un posible saboteo de la administración actual. Sus palabras sugirieron que Petro tenía razón en denunciar un supuesto sabotaje burocrático contra su proyecto de gobierno.
Este cruce de declaraciones no solo reveló las diferencias políticas entre Petro y Cabal, sino que también atrajo la atención de figuras políticas anteriores, como Samper, quienes contribuyeron a intensificar el debate. Mientras el país se encuentra inmerso en esta disputa verbal, la ciudadanía observa con atención, expectante de cómo se desarrollarán los acontecimientos políticos en medio de la creciente polarización.