Proimágenes El documental, ‘Amor, mujeres y flores’, estrenado originalmente en 1989 y dirigido por Marta Rodríguez y Jorge Silva, regresa a la gran pantalla en una versión restaurada por Felipe Colmenares, de la Fundación Cine Documental.
La nueva versión de esta obra, que marcó un hito en la historia audiovisual del país, vuelve para reencontrarse con nuevas generaciones de espectadores tras su estreno mundial en la sección Cannes Classics del Festival de Cannes 2023.
Desde este fin de semana estará disponible en las salas de cine y la producción recopila testimonios de las trabajadoras de la industria de la floricultura en la Sabana de Bogotá durante un período de cinco años. Expone las múltiples violencias que enfrentan estas mujeres y profundiza en las consecuencias del uso indiscriminado de pesticidas. Además, documenta el surgimiento de un sindicato que lucha por la emancipación y dignidad laboral de las mujeres.
Esta película fue la última de la pareja de realizadores. El rodaje, que tuvo lugar entre 1984 y 1988, estuvo marcado por la repentina muerte de Jorge Silva, por lo que Marta Rodríguez culminó el proyecto.
En su momento, ‘Amor, mujeres y flores’ fue premiada en el Festival de Cine por la Paz, la Vida y la Ecología (Bogotá, 1990), al igual que en el 33 San Francisco International Film Festival (Estados Unidos, 1990), recibió el Premio Especial del Medioambiente en el Festival Manheim (Alemania, 1990), el Premio Película Ecológica en el Festival Internacional Friburgo (Alemania, 1990), además de una Mención Especial del Jurado en el 10 Festival Internacional D’Aurillac (Francia, 1989).
La película regresa ahora a las salas de cine en la versión restaurada en 2K, un proceso realizado entre 2022 y 2023 por Felipe Colmenares, de la Fundación Cine Documental e Investigación Social, en colaboración con la Cinemateca Nacional del Ecuador Ulises Estrella, encargada de la digitalización.
Originalmente fue filmada en 16 mm, con la producción de la Fundación Cine Documental, Jonathan Curling y Luis Crump. Esta versión tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Cannes 2023, dentro de la sección Cannes Classics, convirtiéndose en la primera producción colombiana al hacer parte de esta categoría.
«Desde su inicio, esta película se enfrentó a muchos obstáculos: la presión de los grupos de la floricultura, la repentina muerte de Jorge Silva… Marta tuvo que llevarla a pulso. Tuvo el coraje de llevar a término esta obra hermosa e impactante», expresó la Fundación Cine Documental.
Añadió que «es una película que amamos profundamente, por lo que Felipe Colmenares, productor y responsable de los archivos de la Fundación Cine Documental, le dedicó el año 2022 a su restauración. Como con recursos limitados, se produjo una colaboración con la Cinemateca del Ecuador, quien se encargó de la parte de digitalización de la película. El resto de la restauración estuvo a cargo de Felipe, quien hizo un trabajo maravilloso. Al mismo tiempo, se presentó la película a la selección de Cannes Classics y su programador, Gérald Duchaussoy, se interesó y creyó en el proyecto”.
Su recorrido internacional continuó en 2024 con una participación en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, dentro de la sección Rescates, dedicada a obras cinematográficas restauradas.
‘Amor, mujeres y flores’ es uno de los documentales más representativos del patrimonio cinematográfico del país, el equipo técnico para llevarla a cabo estuvo conformado por Jorge Silva, Juan José Bejarano y Jorge Ardila como directores de fotografía, Nora Drufoxka, Ignacio Jiménez, Sara Silva, Gabriela González y Marino Valencia en la grabación de sonido, Iván Benavides, Lucía y Antonio Arnedo en la música original, Jorge Echeverry, Esther Ronay, Marta Rodríguez y Lucas Silva en el montaje, Gabriela Enis en el montaje de sonido, y la producción ejecutiva estuvo a cargo de Antonella Ibba.
«Para hacer esta película tuve que sacar fuerza de donde no sabía que la tenía. Tuve que sacar mucho amor, amor por las mujeres que confiaron en nosotros, por el cine como herramienta de cambio, y por un país que sueño más justo, más digno, más humano. Precisamente por eso el título, porque detrás de esa belleza empaquetada en flores, hay mujeres, y detrás, hay lucha. Y detrás de esa lucha, hay amor», afirmó la cineasta Marta Rodríguez.
¡Hoy, años después, sigo creyendo que el cine debe servir para visibilizar lo que se quiere. Ocultar, para contar lo que otros callan. Amor, mujeres y flores fueron, y sigue siendo, una herramienta que trató de transformar una realidad y, sobre todo, es el legado que compartimos con Jorge: la mirada atenta al entorno, la sensibilidad para ver lo invisible y la convicción de que el cine puede ser un acto de amor, de memoria y de resistencia”, añadió.