La Unión Europea anunció que dispondrá de conexión de internet vía satélite, en un proyecto en el que se espera una inversión de más de 6.000 millones de euros.
Y con el que espera ser independiente en sus operaciones de red, sin tener que depender de terceros. Pero cuyo mayor objetivo es salvaguardar su información y fortalecer así su seguridad, con proyectos espaciales entre otros intereses.
La implementación de esta tecnología se tiene proyectada a partir del 2028, en el que se pondrá en órbita más de 200 satélites, con el que harían posible este ambicioso proyecto, que será el más innovador de su tipo y de mayor alcance global.
Con estos satélites se prevé una velocidad que sobrepasaría a la de la compañía del norteamericano Elon Musk, llamada Starling, que cuenta con velocidades de hasta 200 Mb y latencias de 20 ms, y es por hoy el referente del mundo.
De esta manera, Europa también espera impulsar la cooperación entre las industrias civiles, al igual que de defensa, como de vital importancia la de respaldo a proyectos espaciales de los estados que forman parte de la unión.
Asimismo, este proyecto tecnológico de vanguardia tiene como uno de sus objetivos primordiales, conectar a la población rural o lejana a la red por fibra óptica o fija, que no pueden contar con acceso a internet.
Siendo de esta manera un nuevo sistema de comunicaciones espaciales que debería -según expertos- conducir a mejoras como un mejor acceso a la conectividad de alta velocidad para todos en Europa.
Cabe resaltar que en lo expuesto por La Comisión Europea en un comunicado, esta iniciativa contribuirá a salvaguardar la eficacia y seguridad de nuestros activos actuales, al tiempo que desarrollarán la tecnología espacial europea de vanguardia y nuestra economía.
Por último, esta inversión que inicialmente tendrá un avance de 2.400 millones de euros y que empezará el desarrollo en el 2023, ayudará a sectores estatales como industriales a salvaguardar su información. Todo con el apoyo privado.
Como también la de garantizar la comunicación en caso de crisis, al utilizar criptografía cuántica para proteger la información transmitida. Y la de fortalecer significativamente la vigilancia marítima y de fronteras como alertas de terrorismo.