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Indígenas intentan entrar a la fuerza al congreso reclamando el cumplimiento de las promesas del gobierno

Indígenas intentan entrar a la fuerza al congreso reclamando el cumplimiento de las promesas del gobierno

La entrada del Capitolio Nacional recibió este martes a cientos de indígenas que se tomaron la entrada al congreso, según las personas que se encontraban en el lugar intentaron ingresar a la fuerza.

La protesta inició alrededor de las 2:00 p.m. y terminó pasadas las 6:30 de la tarde. Los indígenas aseguraron que no se irán de la Plaza de Bolívar hasta que alguna instancia del gobierno hable con ellos para recibir sus peticiones. Se prevé que pueda ser la vicepresidenta Francia Márquez, el Ministerio de Salud, Trabajo o Educación.

https://twitter.com/MINUTOPEREIRA/status/1623101028793982978

Uno de los indígenas con megáfono en mano le reclamó a la vicepresidenta Francia Márquez, al asegurar que no están “viviendo sabroso” y que los “están matando” en el Cauca. Según datos mencionados se trata de un grupo de docentes provenientes del departamento del Cauca que llegaron protestando por las precarias condiciones de salud de la región.

 

Denuncian en Perú proyecto de ley que promueve el genocidio de pueblos indígenas

Denuncian en Perú proyecto de ley que promueve el genocidio de pueblos indígenas

La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y la Plataforma para la Protección de los Pueblos en Aislamiento y en Contacto Inicial (Piaci) rechazaron este jueves un proyecto de ley que promueve el genocidio de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial.

En un comunicado, las organizaciones precisaron que el proyecto de ley No. 3518/2022-CR fue presentado en noviembre pasado por un congresista fujimorista, Jorge Marante, y denunciaron que actores estatales y privados se aprovechan de la crisis y las protestas en el país para auparlo sin que despierte oposición.

Aseguraron que, de aprobarse, generaría el exterminio de los Piaci, pues entregaría a gobiernos regionales la facultad de revocar o extinguir las reservas indígenas existentes y evitar la creación de nuevas, y les permitiría anular el reconocimiento oficial de estas comunidades.
Consideraron que esta iniciativa legislativa es anticonstitucional, por su carácter regresivo en materia de derechos humanos.

Alertaron que actores estatales y empresariales montaron una campaña de información espuria para hacer creer que abrir reservas indígenas para los Piaci quitará el territorio y las fuentes de subsistencia a otras comunidades originarias, así como para desprestigiar a Aidesep.

Señalaron que detrás de la divulgación de falsedades están grupos con fuertes intereses económicos, deseosos de explotar los recursos naturales de los territorios indígenas y destruir la Amazonía.

Aidesep y Plataforma Piaci recordaron que el Estado peruano ha reconocido hasta el momento la existencia de 25 Piaci, que viven en la Amazonía desde antes de la creación del Estado actual, y se opusieron a que les sean negados sus derechos “a la vida, integridad, salud y territorio”.

Además, instaron a sus bases, a la Defensoría del Pueblo, la sociedad civil, la iglesia e instancias tutelares de derechos humanos a impedir la aprobación de ese proyecto de ley y no abrir paso al enriquecimiento de unos pocos “a costa de las vidas de miles de compatriotas más vulnerables”.

Por otra parte, recalcaron a las autoridades y funcionarios públicos que “su principal obligación constitucional es la defensa de la persona humana y su dignidad, en especial de los grupos más vulnerables de la población”.

Adesep representa a nueve organizaciones regionales, 109 federaciones y 2.439 comunidades de pueblos originarios. Por su parte, la Plataforma Piaci está conformada por la ORAU y Orpio (representaciones de Aidesep en Ucayali y el Oriente peruano, respectivamente), la Federación Nativa del Río Madre de Dios (Fenamad), el Consejo Machiguenga del Río Urubamba (Comaru) y la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de Atalaya (Corpiaa).

Telesur

Indígenas colombianos buscan recuperar cultura bailando

Indígenas colombianos buscan recuperar cultura bailando

A comienzos del siglo XX La Chorrera fue sede de la Casa Arana, una empresa del comerciante peruano Julio César Arana dedicada a la explotación del caucho.

ndígenas que sufrieron la barbarie desatada por la codicia de la bonanza cauchera y la del conflicto interno, reviven danzas con el fin de recuperar su cultura y borrar las huellas de su pasado que casi los extermina.

A simple vista, los bailes de los pueblos boras, ocainas, uitotos y mirañas que se ven en La Chorrera son monótonos.

Aunque, al adentrarse en su significado real, la verdad es otra, puesto que encierra la cosmovisión de los pueblos, que va desde su manera de pensar y ver el mundo, hasta su relación con la madre tierra y la naturaleza.

Aprueban organismo

La directora general del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, Luz Marina Mantilla, dice que en el camino de revivir las danzas ya fue aprobada la postulación que ese organismo y la Asociación Zonal Indígena de Cabildos y Autoridades Tradicionales de la Chorrera (Azicatch) hicieron ante el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC).

Mantilla confía en que más adelante los bailes van a hacer parte del patrimonio cultural inmaterial del país y destaca que uno de los aspectos más valiosos es que las danzas y los cantos son «un punto de encuentro entre todas las comunidades que, además, ayuda a eso que en Colombia llamamos resolución de conflictos».

Esas actividades culturales son también espacios para la transmisión de conocimientos, pues desde su etapa de preparación se narran y cantan los mitos de origen de los pueblos y se enseñan la importancia de trabajar mancomunadamente, las dietas alimentarias y el comportamiento personal.

Volver al comienzo

Los hombres, con el torso pintado de negro, penachos de plumas iridiscentes y en sus tobillos cascabeles que suenan a cada golpe de pie en la tierra, recuerdan que ellos son tan antiguos como «la gente del mundo» y, por eso, «nos resistimos a desaparecer», según dice Salvador Vitomas, que hace parte de las directivas de Azicatch.

Esas danzas son para traer abundancia, inaugurar una maloca -centro de reunión construido con troncos y palmas y que en La Chorrera es de unos 10 metros de altura-, entregar el mando, prevenir y curar enfermedades, hacer alianzas o finalizar conflictos con otros pueblos, entre otros motivos, explica.

«Son fundamentales (las danzas) para la pervivencia de los pueblos, son fundamentales para el cuidado de la vida, de la humanidad y el medioambiente y también por tener relación con la divinidad», que para ellos es la boa, una de las serpientes más grandes de Suramérica, explica.

También abarcan aspectos que tienen que ver con su arte expresado en la cerámica, los tejidos y el «conocimiento» de las plantas medicinales y ciclos de siembras y de caza.

«Mediante las danzas nos encomendamos (a sus dioses), nos sanamos de las enfermedades», acota el indígena que también considera que los pueblos de la región han sufrido una aculturación «que nos obligó a seguir una cultura ajena a nosotros».

Desgracias del caucho

Otro indígena, Salvador Remui, recuerda que los pueblos de La Chorrera y sus alrededores casi fueron exterminados por la codicia desatada en la época del caucho.

A comienzos del siglo XX La Chorrera fue sede de la Casa Arana, una empresa del comerciante peruano Julio César Arana dedicada a la explotación del caucho, que sometió a tratos crueles a los indígenas de la zona que eran forzados a trabajar en régimen de esclavitud.

La historia de la Casa Arana es contada en la novela «El sueño del celta«, del nobel peruano Mario Vargas Llosa, a través de las acciones de sir Roger Casement, un irlandés que estuvo al servicio diplomático del Gobierno británico.

«Las danzas y los bailes son importantes para nosotros porque con esa armonía nos conectamos con la naturaleza. En los cantos se nombran los peces, los ríos, los árboles y los animales. Cada baile y canto se hace en ocasiones especiales, como ceremonias de bienvenida, rezos, uniones (matrimonios) y en épocas de cosechas y siembras y para espantar los males que nos pueden afectar», explica.

Otras tradiciones

También hacen referencia al papel de la mujer en sus comunidades pues ellas «son las que manejan las chagras (pequeñas granjas) que son fundamentales para la alimentación de la familia en la que las labores de caza y pesca las realizan los hombres».

«Nosotros como hijos de la yuca dulce (base de su alimentación), el tabaco -con el que elaboran el ambil, una pasta negra que se come- y la coca -utilizada para masticar- queremos recuperar nuestras costumbres y tradiciones y, por eso, bailamos como forma de seguir viviendo», concluye Remui.

EFE

Dar títulos de propiedad a los indígenas ayuda a proteger la selva en Brasil, apunta estudio

Dar títulos de propiedad a los indígenas ayuda a proteger la selva en Brasil, apunta estudio

«Incluso en las zonas muy desarrolladas y desforestadas, conceder títulos de propiedad a los pueblos autóctonos mejoró significativamente los resultados» en términos de preservación forestal, señalan investigadores.

Las zonas de la selva tropical atlántica en Brasil en manos de indígenas sufren menos deforestación si esos pueblos autóctonos poseen títulos de propiedad sobre las tierras, según un estudio publicado esta semana.

El estudio comparativo fue publicado por la revista científica británica PNAS Nexus. «Incluso en las zonas muy desarrolladas y desforestadas, conceder títulos de propiedad a los pueblos autóctonos mejoró significativamente los resultados» en términos de preservación forestal, indicó a la AFP Rayna Benzeev, autor principal del estudio e investigador de la estadounidense universidad de Colorado.

«Tras formalizar esos derechos, la superficie arbolada aumentó cada año como promedio un 0,77 %, en comparación con aquellas tierras donde no se concedieron esos derechos», explicó.

La selva atlántica brasileña (el segundo bosque tropical del país después de la Amazonía) se extiende a lo largo de unos 3.000 km de costa. Es un ecosistema muy acosado por la urbanización, la agricultura o la explotación forestal o minera.

 

Tatiana Jacanamijoy representará a Colombia en el reinado internacional indígena «Señorita Indígena de América 2023»

Tatiana Jacanamijoy representará a Colombia en el reinado internacional indígena «Señorita Indígena de América 2023»

Tatiana Jacanamijoy Chicunque, joven Indígena del Putumayo representará a Colombia en el reinado internacional «Señorita Indígena de América 2023» que se realizará en Panamá.
Tatiana es del pueblo Kamentsa, del alto Putumayo, y representará a los pueblos Indígenas de Colombia, siendo aspirante a Señorita Indígena «Abya Yala 2023». El Reinado Internacional se realizará en Panamá, del 26 de mayo al 4 de junio de 2023 y su objeto es enaltecer la belleza de las mujeres que habitan en las comunidades ancestrales de cada país.
Tatiana Jacanamijoy es influenciadora en redes sociales y vocalista de una banda de metal llamada Demencia Crudo Metal.