Excomandantes de las FARC rindieron versión por crímenes a pueblos indígenas

Excomandantes de las FARC rindieron versión por crímenes a pueblos indígenas

Once excomandantes del Bloque Caribe de las extintas Farc rindieron versión colectiva dentro en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), dentro del caso que investiga crímenes cometidos contra Pueblos y Territorios Étnicos en el conflicto armado. La diligencia judicial se llevó a cabo en el Subcaso Sierra Nevada de Santa Marta y algunos municipios de la Serranía del Perijá.

En la diligencia participaron 101 víctimas y autoridades del Pueblo Negro Afrocolombiano pertenecientes a 20 Consejos Comunitarios del Caribe, así como representantes de los Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y algunos municipios de la Serranía del Perijá. Además, presentaron sus primeras observaciones a los aportes realizados por los comparecientes.

“La verdad a veces nos duele, pero cuando la recibimos, es amor (…). Por eso ustedes ven acá a los Pueblos Indígenas exigiendo verdad no solo para sanar a una persona, sino para sanar el Territorio, para sanar un poco esos ríos que se ensuciaron, esa tierra que dejó de producir porque allí un hijo lo dejaron enterrado”, explicó una autoridad indígena durante la armonización de la diligencia del Subcaso Sierra Nevada de Santa Marta, en el Caso 09.

Los comparecientes fueron integrantes de los frentes 19, 41 y 59 de la extinta guerrilla.

Durante la diligencia reservada se abordaron hechos como el desplazamiento forzado, la desaparición forzada, los asesinatos de autoridades, líderes y lideresas espirituales, la instalación de minas antipersonal, la vulneración de espacios sagrados y la violencia sexual.

“Yo como comandante debo reconocer ante las comunidades y ante los líderes, las faltas y los delitos aquí señalados por la magistratura. Creo que los familiares esperan que se diga la verdad de lo ocurrido. Siento un compromiso por las comunidades para esclarecer estos hechos y también para asumir responsabilidad en la búsqueda de personas desaparecidas”, dijo uno de los firmantes de paz, vinculado al Subcaso Sierra Nevada de Santa Marta.

La magistratura trasladará a las autoridades étnicas, víctimas y su representación judicial, y al Ministerio Público estas versiones colectivas, para que realicen sus observaciones y así continuar con el proceso de contrastación. Todos estos insumos serán esenciales para la elaboración del Auto de Determinación de Hechos y Conductas en el que la Sala de Reconocimiento esclarecerá la verdad e identificará a los responsables por los crímenes de guerra y de lesa humanidad que se investiga en este subcaso.

El Caso 09 fue priorizado el 22 de septiembre de 2022 y tiene un universo provisional de 1.350.181 víctimas individuales pertenecientes a Pueblos Étnicos. Esta investigación se concentra en cuatro territorios ilustrativos: (i) la Sierra Nevada de Santa Marta y algunos municipios de la Serranía del Perijá; (ii) el Pacífico Medio, Buenaventura y Dagua; (iii) el Chocó; y (iv) la Amazonía-Orinoquía.

(Colprensa)

Comunidad de Morales, Cauca, exige cese de la violencia tras ataque armado

Comunidad de Morales, Cauca, exige cese de la violencia tras ataque armado

La organización zonal que agrupa a los pueblos Nasa y Kisgo, en representación de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas de Uh Wala Vxic, emitió un comunicado público tras el ataque armado ocurrido el 24 de febrero de 2025 en el municipio de Morales, Cauca. El hecho, que no es aislado, ha dejado una estela de dolor y destrucción, afectando tanto a civiles como a comerciantes.

En su pronunciamiento, las autoridades indígenas expresaron su profunda preocupación por la continua vulneración de los derechos humanos en la región, a raíz de las constantes amenazas, enfrentamientos armados y reclutamiento forzado por parte de grupos ilegales. Este ataque ha dejado varios heridos, entre ellos cuatro niños y 15 adultos, y ha destruido al menos tres negocios y 12 viviendas.

La comunidad de Morales, que incluye campesinos, indígenas, afrocolombianos y comerciantes, ha sido históricamente afectada por la violencia, lo que ha generado un clima de inseguridad y miedo. Los representantes de la organización expresaron su solidaridad con las víctimas, subrayando las graves consecuencias sociales y económicas del ataque.

Asimismo, hicieron un llamado urgente al Gobierno Nacional y Departamental para que se implementen planes de sustitución de cultivos ilícitos y se aborden las causas profundas del conflicto armado. En su comunicado, también solicitaron la presencia del Sistema de Naciones Unidas para apoyar la prevención y el desarrollo de estrategias acordes con las necesidades locales.

Finalmente, las autoridades indígenas instaron a los grupos armados a respetar la población civil, particularmente a los niños, quienes representan el futuro de la región y deben ser protegidos en todo momento.

Este ataque refleja una crisis continua en la región, en la que la violencia y la falta de intervención estatal afectan gravemente la vida cotidiana de los habitantes de Morales.

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Albert K. Barume: «El derecho a la libre determinación es vital para los pueblos indígenas»

Albert K. Barume: «El derecho a la libre determinación es vital para los pueblos indígenas»

Albert K. Barume, quien asumió recientemente el cargo de relator especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, es el primer africano en ocupar esta posición. Originario de Bukavu, República Democrática del Congo, Barume tiene una vasta trayectoria en derechos humanos y en la defensa de los pueblos indígenas.

Fue clave en la creación de la Declaración de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas en 2007. Durante el Foro de los Pueblos Indígenas y el 48º período de sesiones del Consejo de Gobernadores del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de la ONU (FIDA), celebrado en Roma, el relator conversó con EL PAÍS sobre los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, su cultura y la crisis global actual.

La autodeterminación como derecho esencial

Según Barume, el derecho a la autodeterminación es fundamental para los pueblos indígenas, pues les permite decidir sobre su propio futuro. «Es lo que les da identidad», afirma. Este derecho, explica, es la base de muchos otros derechos, como la soberanía alimentaria, ya que los pueblos indígenas deben tener control sobre sus sistemas productivos y alimentarios. «Sin la capacidad de decidir sobre su sistema alimentario, no pueden ser lo que quieren ser», subraya Barume.

La comida: más que nutrición, un símbolo cultural

La comida es un elemento central en la vida de los pueblos indígenas. No solo alimenta, sino que también representa su historia, sus creencias y su identidad. Barume sostiene que los pueblos indígenas no pueden existir sin su sistema alimentario tradicional, ya que es clave para transmitir sus valores y conocimientos. En muchos casos, la comida se convierte en el principal vínculo de los pueblos con su cultura y su historia. «La comida es un acto de pertenencia», afirma.

El camino hacia la soberanía alimentaria

Barume señala que los pueblos indígenas han sido históricamente víctimas de la colonización y la globalización, que han degradado sus tradiciones alimentarias. «El derecho a la libre determinación debe ir acompañado de la recuperación del orgullo por su comida tradicional», indica. Esta recuperación es vital, ya que garantiza que los pueblos indígenas tengan control sobre su seguridad alimentaria, algo esencial en el contexto de crisis climática.

Desafíos para la comunidad internacional

A pesar de los avances, Barume señala que aún queda mucho por hacer para garantizar que los derechos de los pueblos indígenas sean plenamente entendidos e implementados. «Los desafíos globales, como el cambio climático, han demostrado que los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas son fundamentales», asegura. La humanidad debe aprender a valorar estos conocimientos y darles un lugar central en la lucha contra la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.

Revalorizar los conocimientos indígenas

El relator también destaca la importancia de un cambio de mentalidad global. «La comida indígena ha sido degradada, y aún lo sigue siendo en algunos lugares», señala. Muchos niños indígenas, incluso, se avergüenzan de su propia comida. Barume cree que es necesario cambiar la percepción de los pueblos indígenas y reconocer el valor de sus culturas y tradiciones. «Es hora de preguntarnos cómo los pueblos indígenas pueden contribuir al bienestar de toda la humanidad», dice.

El acceso a la financiación climática

A pesar de ser una de las comunidades más vulnerables a la crisis climática, Barume resalta que los pueblos indígenas aún no reciben la financiación adecuada para hacer frente a estos desafíos. La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas establece de manera clara su derecho al acceso a fondos para enfrentar el cambio climático. «Los recursos deben llegar directamente a los pueblos indígenas, sin intermediarios», insiste Barume, rechazando la idea de que estos pueblos no son capaces de gestionar grandes fondos.

Las mujeres indígenas, una doble vulnerabilidad

Las mujeres indígenas enfrentan una vulnerabilidad aún mayor. A menudo son tratadas de forma discriminatoria y carecen de los mismos derechos y servicios que el resto de la población. «Las mujeres indígenas sufren una discriminación cuatro o cinco veces mayor que otras personas», afirma Barume, destacando la necesidad urgente de abordar esta desigualdad.

En resumen, Albert K. Barume resalta la importancia de valorar y respetar los derechos de los pueblos indígenas, no solo como una cuestión de justicia social, sino como una necesidad para la humanidad en su conjunto. Los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas son esenciales para enfrentar desafíos globales, como el cambio climático, y es necesario garantizar su autonomía, identidad y bienestar.

CRIC celebra 54 años de resistencia y lucha por los derechos indígenas frente a nuevos desafíos

CRIC celebra 54 años de resistencia y lucha por los derechos indígenas frente a nuevos desafíos

El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) celebra este 2025 su 54 aniversario, consolidándose como un actor fundamental en la lucha por los derechos de las comunidades indígenas. Desde su fundación en 1971, el CRIC ha sido un bastión de organización y resistencia, promoviendo principios como la unidad, la tierra y la cultura, a pesar de los constantes desafíos que enfrentan los pueblos indígenas en Colombia.

A lo largo de su historia, el CRIC ha logrado mantener procesos clave como la Guardia Indígena y los nidos lingüísticos, además de defender su autonomía frente a las amenazas externas. Sin embargo, el contexto sigue siendo complejo. La violencia, la presencia de actores armados en sus territorios y las economías ilegales continúan acechando las comunidades. Estos factores han afectado particularmente a los niños, niñas y jóvenes, que se han visto expuestos al reclutamiento forzado y otras violaciones de derechos humanos.

A pesar de los avances, el CRIC enfrenta una nueva era de desafíos internos y externos. La integración de algunas de sus estructuras en las dinámicas del Estado ha generado tensiones, ya que algunos líderes han priorizado agendas institucionales, desconectándose de las bases comunitarias. Esta situación ha sido aprovechada por sectores externos para debilitar la unidad del movimiento. Además, la violencia continúa afectando la cohesión social, con una creciente insensibilidad ante la guerra y sus consecuencias, lo que pone en riesgo los valores fundamentales de la comunidad.

No obstante, el CRIC sigue firme en su misión. En su aniversario, el movimiento resalta la importancia de regresar a sus raíces, fortaleciendo la lucha por la autonomía y la preservación de la cultura indígena. A pesar de los retos, la bandera verde y roja sigue ondeando con fuerza, representando la resistencia y la esperanza de las nuevas generaciones en su defensa de la tierra, la cultura y la justicia social.

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Contaminación en el Territorio Indígena de Puracé: Llamado urgente a las autoridades

Contaminación en el Territorio Indígena de Puracé: Llamado urgente a las autoridades

La Autoridad del Territorio Ancestral Indígena de Puracé ha emitido un comunicado de emergencia en el que alerta sobre una grave situación ambiental en la región. Según informaron, el lunes 16 de febrero de 2025, las aguas de los ríos Andulbior, San Francisco y Cocuy fueron severamente contaminadas por ceniza volcánica proveniente de la erupción del volcán Quriquinga, ubicado en la cadena volcánica de los Kokonukos. Este evento, ocurrido el 19 de enero, ha afectado gravemente las cuencas hídricas de la zona, y las consecuencias ya son palpables en el ecosistema local.

Las cenizas acumuladas en la parte alta de los ríos se desprendieron debido a las intensas lluvias de la temporada invernal. Esta situación ha contaminado el agua en un área de aproximadamente 40 kilómetros, afectando a los comuneros que habitan cerca de las riveras de estos cuerpos de agua. Las afectaciones incluyen la muerte de fauna y flora en la región, especialmente en los emprendimientos de trucha que familias de la zona habían establecido como fuente de ingresos. Además, el ganado y otras especies menores han sufrido serias consecuencias debido a la contaminación.

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Ante la gravedad de los hechos, las autoridades indígenas han solicitado de manera urgente la intervención de diversas instituciones gubernamentales. Hacen un llamado a la Alcaldía Municipal de Puracé, a la Gobernación del Cauca y a la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres (UGRD) tanto a nivel local como regional y nacional para que brinden apoyo a las víctimas de la contaminación en las cuencas de los ríos mencionados. La comunidad indígena también advirtió que el 18 de febrero, el río Grande del Cauca también fue afectado por los fluidos de cenizas volcánicas, lo que incrementa el riesgo ambiental en la zona.

La situación ha llevado a la comunidad indígena del Territorio Ancestral de Puracé a declararse en emergencia social, territorial, cultural, económica y ambiental. Este desastre no solo afecta a los ecosistemas locales, sino que también amenaza las formas de vida tradicionales de las comunidades indígenas y los medios de subsistencia de las familias que dependen de la pesca, la ganadería y la agricultura en la región.

El impacto de la actividad volcánica de los Kokonukos no solo ha sido inmediato, sino que también podría generar nuevas afectaciones en el futuro, por lo que las autoridades indígenas insisten en la necesidad de una respuesta rápida y efectiva ante esta calamidad.