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A raíz de la situación de violencia que persiste en el Bajo Cauca y Nordeste de Antioquia, como consecuencia del paro minero, el Gobierno Nacional se permite informar que:
Rechaza de manera contundente los actos de violencia que se han presentado durante el desarrollo de la protesta social, los cuales han vulnerado los derechos de la población civil y han puesto en grave riesgo la integridad de miembros de la Fuerza Pública.
Les insistimos a los manifestantes que han optado por las vías de hecho que la puerta al diálogo —el único camino para superar cualquier diferencia— sólo se reabrirá una vez cesen los hechos de violencia, tengamos normalización en el territorio; se supere el desabastecimiento y la población pueda contar con alimentos, medicinas y el pleno funcionamiento de hospitales, colegios y centros de atención de la niñez. El Gobierno Nacional saluda las manifestaciones de rechazo de la violencia hechas por la Iglesia católica, por medio de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. A este clamor se han sumado los habitantes y procesos organizativos que apoyan el paro minero y que están de acuerdo con que el Gobierno recupere las vías, la movilidad y priorice
la atención humanitaria ante el desabastecimiento en el Bajo Cauca y del nordeste antioqueño.
Hemos estado presentes en la región con cinco viceministros de Interior, Defensa, Ambiente, Minas y el subdirector del Departamento Nacional de Planeación, acompañados por los equipos técnicos. En Medellín, los ministros de Defensa, Interior y la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con los mandos militares y de Policía y la Gobernación de Antioquia estuvieron al frente de las medidas adoptadas para despejar las vías y garantizar la seguridad y los derechos de los habitantes de la región. Desde allí se ha estado al tanto de la negociación y de la construcción de propuestas y para la formalización.

Por ultimo, es preciso recordar que, como primer punto de la agenda de diálogo, propusimos rechazar conjuntamente cualquier acto de violencia y, segundo, que se levantarán de manera inmediata los bloqueos que han ocasionado desabastecimiento, principalmente, de alimentos, medicamentos y gas, además de la restricción para acceder a los hospitales de la zona. El Gobierno ratifica que este ha sido, desde el principio, un acuerdo con la mesa del paro minero. Solamente en condiciones de libertad y seguridad plena para los habitantes, el Gobierno Nacional está dispuesto a retornar a la mesa de diálogo con todas las proposiciones y el ánimo de construir el diseño de una política pública para avanzar en el desarrollo y la prosperidad de la región.

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