El grado de violencia desatado en las manifestaciones presentadas en la mañana de este jueves en el centro de Bogotá, rompieron de manera indefinida los diálogos que tenían un grupo de indígenas que llegaron esta semana a la ciudad con el Gobierno.

Buses vandalizados con grafitis, vidrios rotos y llantas pinchadas y el cerramiento de la Plaza de Bolívar dejan como resultado el bloqueo de unas 40 rutas que afectan a más de 10 mil personas en plena hora pico.

Ha sido tal la violencia por parte de los indígenas que integrantes del UNDMO, antiguo Esmad, tuvieron que intervenir para recuperar la tranquilidad en el centro de la capital.

Tras estos hechos violentos, el viceministro del Interior para el Diálogo Social y los Derechos Humanos, Gabriel Rondón, suspendió el diálogo con los indígenas.

“Bajo los hechos, la etapa de diálogo se suspende. El Distrito hará lo pertinente para garantizar los derechos de los habitantes en Bogotá”, afirmó el viceministro, en declaraciones a W Radio.

Por su parte, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, aseguró que estos bloqueos se dieron luego de no llegar a acuerdos tras un encuentro realizado en la mesa de diálogo en horas de la noche.

El mandatario aseguró que desde el Distrito “hemos brindado todas las garantías, hemos hecho acompañamiento permanente e incluso ofrecimos un lugar para que las comunidades pudieran estar mientras se daban las conversaciones”.

Sin embargo, sostuvo que esas comunidades rechazaron tajantemente los hechos de violencia y aseguraron que se retomara el control de la zona para restablecer la movilidad.

John Almendro, líder del resguardo La María en el Cauca, negó que sea cierta la versión del Gobierno nacional y distrital sobre acercamientos o diálogos con las organizaciones que llegaron a Bogotá esta semana y quienes exigen ser escuchados por el presidente, Gustavo Petro.

Se trata de unos 1.400 aborígenes de resguardos del Cauca, Nariño y Putumayo, que no hacen parte de las plataformas que agrupan a los indígenas de esas zonas, y quienes reclaman por salidas a la violencia en sus territorios y la falta de recursos para su subsistencia.

La situación actual podría agravarse dado que se espera que el fin de semana arriben a la ciudad otros 2 mil indígenas que se unirán a los reclamos. Colprensa

Foto: Colprensa – Catalina Olaya

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