fbpx

En un ataque sorpresivo en Tame, la guerrilla del ELN utiliza explosivos contra una tanqueta militar, sin dejar heridos.

Este sábado, el municipio de Tame, en Arauca, fue escenario de un nuevo ataque del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que detonó explosivos contra una tanqueta del Ejército colombiano. Afortunadamente, el incidente no dejó heridos entre los miembros de las fuerzas armadas.

El ataque se registró en la tarde, cuando una de las tanquetas del Grupo de Caballería N.º 18 Reveiz Pizarro se desplazaba por la vía Tame-Betoyes para verificar un bus de servicio público que, según informes, había quedado atravesado en la carretera. Según fuentes militares, el vehículo bloqueado podría haber sido un señuelo utilizado por la guerrilla para atraer a las autoridades a la zona. Al llegar, los soldados fueron sorprendidos por una carga explosiva y disparos de fusil.

“Nuestras tropas se encuentran sin novedad”, confirmó la Octava División del Ejército a través de un comunicado. Este ataque pone de relieve la peligrosa situación de seguridad en Arauca, una región que ha experimentado un incremento en la violencia relacionada con grupos armados ilegales en los últimos meses. Testigos de la zona grabaron el momento del atentado, capturando el impacto de la violencia en la comunidad local.

La Defensora del Pueblo, Iris Marín, expresó su rechazo ante el ataque, calificándolo de “inaceptable”. “La violencia nunca será el camino. Exigimos respeto absoluto a la vida y los derechos humanos de todas las personas”, afirmó Marín, destacando la necesidad urgente de una solución pacífica y efectiva a la crisis en Arauca.

Este ataque se produce en un contexto crítico, ya que las negociaciones entre el Gobierno y el ELN se encuentran suspendidas. El presidente Gustavo Petro había solicitado a la guerrilla demostrar voluntad de paz para reanudar los diálogos, que están paralizados desde el 11 de abril. La situación actual plantea serios desafíos para la búsqueda de una resolución al conflicto armado, que ha causado estragos en la población civil.

En conclusión, el atentado en Tame subraya la continuidad de la violencia en Arauca y los obstáculos que enfrenta el Gobierno para lograr un diálogo efectivo con el ELN. La comunidad, que ha soportado el peso del conflicto durante años, requiere urgentemente medidas que garanticen su seguridad y estabilidad. La reanudación de los diálogos y un compromiso genuino por parte de ambas partes son cruciales para abrir un camino hacia la paz y el respeto de los derechos humanos en la región.

Comparte en tus redes