Foto: CASSIDY ARAIZA
La tecnología avanza a pasos agigantados, y una de las últimas innovaciones que está captando la atención del mundo es el desarrollo de Neuralink, la empresa tecnológica fundada por Elon Musk. Recientemente, Neuralink recibió aprobación para ensayar sus dispositivos en humanos, lo que ha llevado a un hito en la historia de la medicina y la tecnología asistencial.
Uno de los primeros beneficiarios de esta revolucionaria tecnología es Noland Arbaugh, un joven estadounidense, quien sufrió una lesión en la médula espinal en 2016. Desde entonces, ha enfrentado numerosos desafíos en su vida diaria, pero una nueva luz de esperanza ha llegado gracias al implante del chip cerebral de Neuralink. El 2016 fue también el año en que Elon Musk cofundó la startup de implantes cerebrales Neuralink.
El pasado 30 de enero, Arbaugh se convirtió en la primera persona en recibir el dispositivo experimental de la compañía, denominado Telepathy, como parte de un ensayo clínico. Conocido como interfaz cerebro-computadora, o BCI (por sus siglas en inglés), descodifica las señales de movimiento que el cerebro pretende transmitir y las traduce en comandos informáticos. Arbaugh solo tiene que pensar en mover un cursor en la pantalla de su laptop y este se mueve.
Después de 100 días con el chip, el joven habló con varios medios internacionales, entre ellos Wired, Bloomberg y Business Insider, para relatar cómo ha sido su rutina y qué cambios ha habido en su vida tras arriesgarse a ser el primer paciente de Neuralink. Arbaugh ha experimentado una transformación notable en su calidad de vida. A pesar de haber estado paralizado durante años, el chip le ha permitido recuperar ciertas capacidades motoras y cognitivas que antes parecían inalcanzables.
El impacto de esta tecnología se hizo evidente cuando Neuralink publicó un video del paciente jugando al ajedrez utilizando únicamente su mente. Este impresionante logro demuestra el potencial transformador de la tecnología para mejorar la vida de las personas con discapacidades.
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En palabras de Arbaugh: “Una vez que empiezas a usarlo, no puedes parar. Es increíble”. El chip le ha permitido reconectarse con el mundo que lo rodea, así como con sus seres queridos. Además, ahora puede realizar actividades por sí mismo que antes eran imposibles, lo que ha generado un cambio significativo en su vida diaria.
En cuanto al costo del implante del chip cerebral, Neuralink estima que ronda los 10.500 dólares, incluyendo los exámenes previos necesarios. Además, la compañía cobra alrededor de 40.000 dólares a las aseguradoras por este servicio, lo que refleja el valor y la complejidad de esta tecnología de vanguardia.