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Foto: MinAgricultura

En una ceremonia en el cabildo Kamëntsá, la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, y el director de Agrosavia, Jorge Mario Díaz, encabezaron la devolución de semillas de diez variedades de maíz que la comunidad indígena del Alto Putumayo había perdido.

El regreso de estas variedades, cruciales para fortalecer los sistemas agroalimentarios locales, es parte de los esfuerzos de los Sistemas Territoriales de Innovación liderados por Agrosavia, que involucran a todos los actores rurales para mejorar las capacidades agrícolas.

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Durante los diálogos, los líderes comunitarios señalaron la pérdida de variedades ancestrales de maíz, que son de gran valor socioeconómico para los Kamëntsá. El Ministerio de Agricultura, junto con Agrosavia, descubrió que estas semillas estaban almacenadas en el banco de germoplasma La Selva en Rionegro, Antioquia.

“Confiamos mucho en ustedes, ya que desde aquí se garantizará la alimentación basada en el maíz. Sin maíz, ninguna población podría sobrevivir. Creemos firmemente que la agricultura comunitaria es la que alimentará a Colombia y al mundo con alimentos sanos y orgánicos, sin químicos, sin deforestación y cuidando los ríos,” declaró la ministra durante la entrega de las semillas.

Semillas nativas

Semillas nativas

Según los registros del banco de germoplasma La Selva, las especies nativas de Sibundoy habían sido conservadas durante unos cuarenta años.

Luego de identificar el material, se acordó con la comunidad la mejor forma de devolver las semillas. Se decidió obtener más semillas a partir de una siembra que comenzó en noviembre del año pasado y concluyó a principios de mayo de 2024. Durante este tiempo, expertos del Departamento de Semillas de Agrosavia supervisaron la plantación constantemente para asegurar la calidad de las semillas entregadas.

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El director de Agrosavia explicó que este proceso busca devolver los derechos de los pueblos indígenas a conservar su agrobiodiversidad, empoderándolos para mantener su identidad y recuperar la memoria relacionada con la biodiversidad agrícola del territorio. Este esfuerzo es parte del Sistema Nacional de Reforma Agraria, facilitando el intercambio de conocimientos con los pueblos originarios del país.

“El resultado de este proceso, denominado rematriación, son dos kilos de cada una de las diez variedades de maíz recuperadas. Estas semillas serán entregadas a guardianas de las semillas, quienes se encargarán de conservar y custodiar estos granos para asegurar su continuidad para las futuras generaciones,” destacó el Ministerio.

 

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