En 2023, 13,5 millones de adultos (35,3% de la población adulta en Colombia) tenían vigente al menos un producto de crédito, como una tarjeta de crédito, una libranza o un préstamo para un vehículo, entre otros.
En la última edición de Banca y Economía publicado por Asobancaria, se realiza un análisis sobre la relación entre inclusión financiera, pobreza y microcrédito. Además, se revisa la literatura sobre la implementación de los microcréditos como herramienta para mitigar la pobreza.
Lea: Alejandro Toro, más firme que nunca en el Congreso
Según el Reporte de Inclusión Financiera 2023 de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) y Banca de las Oportunidades, el 26,6% de las personas naturales y jurídicas que accedieron al crédito por primera vez en ese año lo hicieron a través de microcréditos.
Sin embargo, el documento elaborado por el gremio de los bancos resalta que el indicador de acceso a microcréditos a nivel nacional muestra una tendencia decreciente, pasando del 6,91% en 2019 al 6,27% en 2022, lo que equivale a aproximadamente 2,4 millones de adultos con al menos un crédito de este tipo.
«No obstante, considerando el propósito del microcrédito, se observa que a medida que los deudores se estabilizan y mejoran financieramente, hay una transición gradual hacia otros productos bancarios. De los cuatro millones de personas que accedieron al microcrédito en 2023, el 33% accedió a un segundo ciclo de microcrédito, el 15% transitó hacia créditos comerciales, el 1% hacia créditos de vivienda y el 23,6% hacia créditos de consumo, los cuales a su vez avanzaron hacia productos más sofisticados como tarjetas de crédito, libranza, préstamos de bajo monto y créditos para vehículos en 2023», destaca el informe de Banca y Economía.