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Colombia sigue experimentando un crecimiento sostenido en emprendimiento. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), es el tercer país más dinámico en emprendimiento de América Latina, después de México y Chile. Así mismo, Colombia ocupó en el último reporte del GEM el puesto número 11 en el mundo en porcentaje de nuevos empresarios.
“La pandemia hizo que muchas personas vieran en el emprendimiento una salida a la coyuntura económica, y quienes ya tenían un negocio en crecimiento tuvieron que digitalizar su modelo de alguna forma para seguir atendiendo a las necesidades de sus clientes”, describe Cristina Arrastía, vicepresidenta de Negocios de Bancolombia. Y así lo confirma un estudio del Centro de Innovación de Emprendimientos Incuba y el Grupo de Estudio en Administración del Cesa, que muestra que el 37% de sus encuestados utilizó nuevas tecnologías como nuevo canal de comercialización.
Sin embargo, a la hora de comenzar con su sueño productivo, muchos emprendedores dejan de lado un elemento clave para su crecimiento: el manejo de sus finanzas. Y es que “además de la formalización del negocio, que resulta indispensable para contar con mejores condiciones al momento de realizar negocios y obtener crédito, un buen manejo de las cuentas garantiza en gran parte la permanencia del emprendimiento en el tiempo, por cuanto asegura una toma de decisiones responsable”, agrega Arrastía.
Por eso, Bancolombia ofrece cinco consejos para un bienestar financiero que les permita a los emprendedores crecer de manera efectiva y organizada:

1. Separe las finanzas personales de las de su negocio: es importante tener claro que los ingresos y gastos personales se deben manejar de manera independiente de los ingresos y gastos de su negocio. Para eso, debería crear una cuenta de ahorros específica para su empresa, diferente a la personal. Esto le permitirá tener las cuentas claras y recibir beneficios como capitalización sobre el dinero ahorrado, realizar pagos directos a proveedores, pagar créditos corporativos e incluso hacer el pago del salario fijo que usted se debería fijar. Así evitará tomar prestado de los ingresos que está generando su negocio y, como consecuencia, confundir sus cuentas.

2. Organice y monitoree su información financiera: muchas son las preguntas para tener presentes en este capítulo, como por ejemplo: ¿cuánto cuesta mensualmente operar mi empresa? ¿A cuántos empleados puedo pagarles? ¿Cuánto debería pagar a mis colaboradores? ¿Cuáles son los meses en que vendo más o menos? ¿A quién le estoy vendiendo? ¿Cuál es mi cliente más rentable? De la misma manera, resulta clave preguntarse cuál es la rentabilidad de su producto o servicio, cuál es su punto de equilibrio y monitorear indicadores clave como el aumento de clientes, entre otros. Mientras más información, mejor.

Hoy, la tecnología es fundamental para este ejercicio y le facilita la vida a todo emprendedor. Ya no hay necesidad de anotar cada pago en una libreta. Para eso existen aplicaciones que le permiten llevar el registro tanto de sus ingresos como de sus costos y gastos. Por eso es tan importante separarlos de los personales. Hay apps diseñadas exclusivamente para emprendedores que facilitan programar notificaciones para recordar cuentas por pagar o por cobrar, y hacer una consulta constante de todos sus movimientos financieros. Así mismo van generando una contabilidad anticipada para la toma de decisiones.

3. Digitalice su negocio y gestione su liquidez: tener organizado el flujo de efectivo es importante, pero es incluso más importante contar con métodos de pago digitales que le faciliten la vida tanto a su comprador como a usted. La pandemia nos enseñó que estas herramientas digitales son un factor de crecimiento que cada día cobran más relevancia. Opciones es lo que hay: pasarelas de pago para poder hacer transacciones desde cualquier cuenta, códigos QR para hacer transferencias inmediatas e incluso datáfonos virtuales. Todo esto anticipa la disposición del dinero en las cuentas y evita costos adicionales.

4. Formalícese y elija la fuente de financiación adecuada para su etapa emprendedora: la mayoría de las empresas comienzan con un capital que proviene del emprendedor, pero muchas veces esto no es suficiente y se necesita buscar un capital semilla que lo impulse. No hay que temerle a la búsqueda de financiación: hoy en día hay muchas entidades con opciones destinadas a emprendedores, y dentro de ellas están los bancos y los fondos de cofinanciación. Escoja la mejor opción según las condiciones de su negocio. Por otro lado, algunas de estas financiaciones ofrecen apoyos adicionales, como conocimiento complementario vía cursos y espacios de relacionamiento con clientes u otras empresas. Pregunte por esos servicios asociados en su entidad y aprovéchelos.

Ahora bien. Para tener las mejores condiciones de crédito es importante dar cuenta de un negocio organizado y con proyección. Para eso es indispensable formalizarse en el inicio del emprendimiento. Tener al día documentos como el RUT y el registro mercantil ofrece puntos a favor al momento acceder a un crédito, pero también a la hora de participar de programas públicos y privados de acompañamiento al emprendedor.

5. Conozca su capacidad de endeudamiento: es importante cuidar las finanzas del negocio y entender cuál es su capacidad de pago a la hora de pedir un crédito. Hay distintas formas de calcularlo. Por ejemplo, la fórmula (obligaciones y deudas totales/ ingreso neto al mes) x 100%, que le dará el porcentaje de capacidad de endeudamiento. Así mismo, es importante destinar una parte racional del ingreso a la deuda. Con esto puede tener una idea clara de cómo organizar sus finanzas para crecer su negocio y al mismo tiempo cumplir con los pagos. ¡Cuidar el endeudamiento es cuidar la propiedad del emprendimiento!

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