Los embera son una comunidad indígena oriunda de los departamentos de Antioquia, Risaralda y Chocó. Un grupo de estas personas se asentó hace más de siete meses en el Parque Nacional de Bogotá y producto de sus precarias condiciones de salubridad han empezado a morir los niños que allí habitan.

«Mi hijo murió porque acá los niños no comen, no tenemos como alimentarlos, a veces tenemos que comer animales de monte que están en los cerros, estoy muy triste por esta situación y queremos que nos ayuden pronto», manifestó Patricia Arce Murillo, una de las personas

Hace unos días un menor recién nacido falleció por desnutrición y hace dos meses murió otro niño por infecciones en los pulmones. Las condiciones en las que estos indígenas embera permanecen, han incidido en la salud sobre todo de los más pequeños.

«Mi nieto falleció por negligencia de las personas de un hospital de sur, no tenemos ayudas de nadie, los niños pueden morir por infecciones, los fríos de la noche son terrible, no pudimos enterrar a nuestro nieto, porque ninguna persona nos ayudó», indicó por su parte Cristóbal Kerakamaciantua.

Esta comunidad es desplazada por la violencia y tuvo que salir de sus territorios por enfrentamientos entre el Ejército Nacional y el grupo guerrillero Eln. Según el Distrito, lo único que pueden hacer es brindar acompañamiento en alimentación y seguridad en lo posible.

Adicionalmente, esta etnia está conformada por 42.000 individuos aproximadamente, distribuidos en 7.500 familias en Colombia.

Este grupo de indígenas que deambulan en las calles de la capital de la República solicitan acompañamiento de las autoridades, ya que, se puede observar altos índices de contaminación y continúan llegando más familias, en especial, mujeres en estado de embarazo.

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