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El comienzo del año 2024 ha llevado a la cantante de vallenato, Ana del Castillo, nuevamente a la polémica. Durante su presentación en los carnavales de Ocaña, en el Norte de Santander, los asistentes fueron testigos de un episodio controvertido. Del Castillo insultó públicamente al empresario organizador del evento y posteriormente al ingeniero de sonido, generando consternación entre el público y reavivando las discusiones sobre su temperamento.

A pesar de sus afirmaciones previas sobre dejar atrás sus problemas con el alcohol para enfocarse en su carrera musical, este incidente ha resaltado nuevamente los desafíos personales de la artista. Su capacidad para manejar las tensiones en el escenario y en su vida personal se ha convertido en un tema de interés público.

En un video que se hizo viral en las redes sociales, se observa a Ana del Castillo interrumpiendo su actuación abruptamente, aparentemente debido a la desconexión de su micrófono. En un momento donde el público aclamaba que la cantante interpretara otra canción, esta mostró su ira hacia el empresario que organizó el evento, lanzándole improperios en ese instante.

Ana del Castillo tuvo que retractarse…

La situación con Ana del Castillo dio un giro inesperado al descubrir que el problema con el micrófono no estaba vinculado al empresario, sino al productor del concierto. La cantante, sintiéndose avergonzada, se retractó y ofreció disculpas de inmediato al empresario, pero luego desahogó su frustración con insultos dirigidos al productor: “Discúlpeme empresario, usted no es porquería, es el productor”.

“Y bájame de aquí de la tarima hijueputa, porque yo ahorita te agarro malparido. Piensan que una es perra. Yo no soy perra de nadie, hijueputa”, continuó la artista en un intento por recuperar el control de la situación.

La llegada de la artista estaba pautada para las 10:00 de la noche, sin embargo, llegó una hora más tarde al Estadio Hermides de Padilla. Sin tapujos, como suele ser la actitud de Ana del Castillo, había revelado lo hizo a propósito. A pesar el incidente, el show continuó con su curso y el público disfrutó del concierto.

Si bien se considera una falta de respeto que a los cantantes les apaguen los micrófonos, como indicativo de que ya terminó su tiempo en tarima, la reacción de Ana del Castillo generó diversas respuestas en las redes sociales. Algunos fanáticos celebraron su actitud y la compararon con Diomedes Díaz, conocido por sus enfrentamientos con productores durante sus conciertos.

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