El Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de la ACIN (Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca) reportó este lunes 10 de febrero el asesinato de un guardia indígena en el municipio de Toribío, en el norte del Cauca. El ataque ocurrió en la vereda La Palma, cuando alrededor de las 5:00 a.m., Alberto Quitumbo, conocido como Kiwe Thegnas, fue interceptado por hombres armados que le dispararon hasta causarle la muerte.
Alberto Quitumbo formaba parte activa de la guardia indígena en su comunidad y era reconocido por su compromiso con la defensa del territorio y los derechos de su pueblo. Su trabajo de protección del entorno y la vida comunitaria lo había puesto en conflicto con grupos armados ilegales que operan en la región. Además, en el pasado, Alberto había sido víctima de un atentado mientras participaba en un proceso de liberación de la tierra, un esfuerzo colectivo por recuperar el control de los territorios ancestrales.
El asesinato de Alberto Quitumbo resalta la violencia creciente contra los pueblos indígenas en el norte del Cauca, un territorio históricamente marcado por el conflicto armado. Se sabe que, recientemente, Quitumbo había recibido amenazas por su involucramiento en la defensa del territorio y su apoyo a las autoridades indígenas locales.
La comunidad indígena de Toribío, así como las autoridades ancestrales del territorio, se encuentran en proceso de investigación para esclarecer los detalles del asesinato. A pesar de estos esfuerzos, el crimen subraya el riesgo constante al que se enfrenta la población indígena, campesina y afrodescendiente en el Cauca. La violencia en esta región del país sigue cobrando vidas, y la situación de las comunidades sigue siendo precaria.
En el comunicado, el Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos expresó su solidaridad con la familia de Alberto Quitumbo y con el pueblo indígena de Toribío, manifestando su condena ante lo que consideran un acto de violencia sistemática contra la guardia indígena. Además, hicieron un llamado urgente al gobierno nacional y a la comunidad internacional para que tomen medidas frente a la grave situación de derechos humanos en el norte del Cauca.
Este asesinato se suma a la creciente violencia en la región durante 2025, y resalta el riesgo constante para las comunidades que defienden sus territorios frente a la incursión de grupos armados ilegales. Las autoridades locales y organizaciones de derechos humanos siguen alertando sobre la desarmonía territorial y el riesgo que esto implica para la seguridad de los habitantes de la zona.