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La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) reporta 17 incendios forestales activos en Colombia, devastando más de 6.805 hectáreas debido a la falta de lluvias y altas temperaturas. Las autoridades intensifican los esfuerzos para controlar los focos con apoyo aéreo y coordinación en el terreno.

Colombia está experimentando una emergencia ambiental significativa con la presencia de 17 incendios forestales activos que han arrasado más de 6.805 hectáreas. La crisis es atribuida a la escasez de lluvias y las elevadas temperaturas, que han exacerbado la situación en varias regiones, especialmente en la Andina.

La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha llevado a cabo sobrevuelos junto con la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) para evaluar los incendios en los departamentos de Huila y Tolima. Estos sobrevuelos han sido cruciales para recopilar información sobre la topografía y las condiciones actuales, facilitando una mejor planificación de las operaciones de control.

Para enfrentar la emergencia, se ha reforzado la respuesta con tres helicópteros equipados con Bambi Bucket, capaces de realizar 25 descargas diarias, y un avión AT802 de la Policía Nacional, que suma 10 descargas adicionales. Un helicóptero de reconocimiento coordina las operaciones en el terreno, brindando apoyo logístico y estratégico.

En Palermo (Huila) y Natagaima (Tolima), los recursos aéreos están en plena operación. La situación ha llevado a la declaración de alerta roja en más de 20 municipios del Huila, donde se han registrado hasta 10 incendios diarios en Neiva. Klever Oviedo, alcalde de Palermo, ha declarado la calamidad pública y solicita apoyo para las comunidades afectadas.

Además, un incendio de grandes proporciones ha estallado en el botadero de Doña Juana, el principal relleno sanitario de Bogotá, desatando una emergencia ambiental en la ciudad. Las llamas han consumido grandes cantidades de desechos, generando enormes columnas de humo tóxico que afectan la calidad del aire y ponen en riesgo la salud de los residentes cercanos. Las autoridades locales y equipos de emergencia trabajan intensamente para controlar el fuego y mitigar su impacto, mientras la comunidad enfrenta una creciente preocupación por la crisis ambiental en curso.

La falta de lluvias ha generado un déficit significativo en varias regiones, incluyendo la Amazonia, la Orinoquia y el sur del Caribe, donde las precipitaciones han disminuido más del 60%. Este déficit, junto con el descenso en los niveles del río Amazonas, ha exacerbado la crisis.

El gobernador del Huila, Rodrigo Villalba, ha establecido un Puesto de Mando Unificado (PMU) en las zonas más afectadas y ha coordinado con la UNGRD la utilización de una avioneta para descargas de agua. También se están gestionando más helicópteros con el sistema Bambi Bucket para mejorar la capacidad de respuesta.

La emergencia por los incendios forestales en Colombia subraya la necesidad urgente de una respuesta coordinada y eficaz. Con 17 incendios activos y la situación agravada por la falta de lluvias, la colaboración entre autoridades y ciudadanos es esencial para controlar los focos y minimizar los daños. Las medidas actuales están enfocadas en la respuesta inmediata, pero será crucial mantener un seguimiento continuo y prepararse para posibles nuevos focos de incendio en las regiones afectadas.

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