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La reciente subida en el precio del galón de ACPM, que se hizo efectiva hoy, ha generado una fuerte reacción entre los transportadores de carga en Colombia. La medida, la primera en más de 56 meses, ha desencadenado protestas en todo el país, mientras el Gobierno defiende el alza como una solución necesaria para enfrentar el déficit del subsidio.

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó que el déficit acumulado del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles ha alcanzado 56 billones de pesos, cifra suficiente para haber renovado el parque automotor de camiones de carga de más de diez años. “El subsidio es insostenible”, justificó Bonilla, argumentando que el aumento es esencial para corregir las finanzas del Estado.

Sin embargo, los transportadores han manifestado su descontento. Yamid Muñoz, un representante del sector, criticó el incremento, señalando que afecta especialmente a los pequeños agricultores y conductores, que ahora enfrentan mayores costos operativos. “El aumento es un golpe duro para quienes dependemos del ACPM diariamente”, afirmó Muñoz.

Este conflicto pone de relieve el desafío de equilibrar las necesidades fiscales del Estado con el impacto en sectores vitales como el transporte y la agricultura. A medida que las protestas continúan, se espera que el Gobierno y los transportadores encuentren un terreno común para abordar las preocupaciones y mitigar las repercusiones del aumento.

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