Este martes, 28 de enero, llegaron a Bogotá dos vuelos con 201 colombianos deportados desde Estados Unidos. Entre ellos estaba José Erik Montaña, quien denunció públicamente el trato inhumano recibido durante su detención en el país norteamericano.
Según Montaña, las autoridades estadounidenses no respetaron sus derechos, lo obligaron a firmar documentos bajo presión y lo sometieron, junto con otros migrantes, a un trato degradante.
“Nos esposaban de las manos, tobillos y cadera, como si fuéramos criminales. Hubo niños que vieron a sus madres encadenadas como si fueran traficantes o delincuentes, cuando lo único que querían era un mejor futuro para sus familias”, relató Montaña al llegar al aeropuerto El Dorado en Bogotá.
Montaña ingresó a Estados Unidos huyendo del conflicto armado en Colombia, con la esperanza de reencontrarse con su familia. Sin embargo, fue detenido y deportado tras una semana en territorio estadounidense. Ahora, de vuelta en Colombia, enfrenta un futuro incierto, ya que su familia permanece en Estados Unidos.
Los vuelos de la polémica
En total, 201 colombianos, incluidos 16 menores de edad, llegaron en dos vuelos de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC). El primero procedía de El Paso, Texas, con 91 pasajeros, mientras que el segundo llegó desde San Diego, California, con 110 personas.
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El presidente Gustavo Petro, quien se había pronunciado enérgicamente contra las condiciones de deportación impuestas por Estados Unidos, insistió en garantizar un trato digno para los deportados. “Son colombianos, son libres y dignos, y están en su patria, donde se les quiere. El migrante no es un delincuente, es un ser humano que quiere trabajar y progresar”, afirmó el mandatario en la red social X.
Son colombianos, son libres y dignos y están en su patria donde se les quiere.
El migrante no es un delincuente es un ser humano que quiere trabajar y progresar, vivir la vida. pic.twitter.com/FYeVfz0wOL
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 28, 2025
La Cancillería colombiana informó que los deportados fueron recibidos por una delegación conformada por varias entidades, entre ellas la Presidencia, Migración Colombia y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Asimismo, se activaron protocolos de atención psicosocial para apoyar a los deportados.
Crisis diplomática y denuncias de derechos
La llegada de los vuelos marca el cierre de una breve pero intensa crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos. Durante el fin de semana, el presidente Petro rechazó inicialmente dos vuelos con deportados, lo que provocó tensiones con Washington, que respondió con amenazas de sanciones económicas y migratorias.
A pesar de que el Gobierno colombiano aceptó los términos de retorno planteados por Estados Unidos, las denuncias de deportados como Montaña y Alexander, otro connacional que solicitó asilo, evidencian las tensiones humanitarias y legales en torno a la crisis migratoria.
Ambos deportados coincidieron en denunciar las condiciones indignas a las que fueron sometidos en Estados Unidos, pero también destacaron el buen trato recibido en el vuelo de regreso organizado por la FAC