Con la conmemoración de este día, el llamado es a concientizar a los ciudadanos sobre la reducción del estigma, el autoestigma y la discriminación por problemas de salud mental
En Colombia, la depresión es la segunda causa de carga de enfermedad, según el Ministerio de Salud, el 44,7 % de niñas y niños tienen indicios de algún problema mental y el 2,3 %
tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad, en la adolescencia los trastornos más frecuentes son la ansiedad, fobia social y depresión, el instinto suicida se presenta en el 6,6 % de esta
población en las mujeres en el 7,4 % y en los hombres en el 5,7 %, asimismo en la adultez, el 6,7 % ha experimentado trastornos afectivos.
En el 2021, las diferentes entidades de vigilancia de salud mental notificaron 29.792 casos de intento suicida.
Los expertos han indicado que, condiciones como la alta vulnerabilidad económica, inestabilidad laboral, violencias, falta de acceso a servicios básicos, a vivienda digna y a ingresos decentes son aspectos que afectan la salud mental de la población.
“Sumado a los fenómenos de aculturación y pérdida de los territorios y prácticas ancestrales, inequidades de género, el estigma y la discriminación, por ejemplo, que, como sociedad, nos han llevado a
preocupantes desenlaces, como el suicidio y el consumo de sustancias psicoactivas”, dijo Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles de la
Dirección de Promoción y Prevención.
Además, se han dado unos lineamientos y consejos de como es posible ayudar a las personas con esta enfermedad:
-No tener miedo de las personas con padecimiento mental.
-Escuchar y respetar las diversas formas que tienen de expresar sus sentimientos.
-Acompañarlas a ellas y a sus familias.
-Llamar a las personas por su nombre, no por la enfermedad que padecen.
-Tener en cuenta que cualquiera de nosotros/as puede atravesar un padecimiento mental.
-Instar a retomar actividades habituales.
-Estimular el contacto con los seres queridos.
-Prestar atención a los signos vitales: ante situaciones de temor, la frecuencia respiratoria se acelera, produciendo un incremento del ritmo cardíaco y del nivel de ansiedad.