En el reciente Consejo de Ministros, el presidente Gustavo Petro presentó cinco medidas clave para mejorar la situación de los campesinos en la región del Catatumbo, Norte de Santander. Estas acciones forman parte de un decreto que se implementa bajo el marco de la Conmoción Interior en la zona, con el objetivo de lograr resultados sostenibles a largo plazo para las familias campesinas.

La región del Catatumbo enfrenta una grave crisis humanitaria desde febrero, cuando grupos armados ilegales, como el ELN y las disidencias de las antiguas Farc, desataron un conflicto armado. Este conflicto ha generado desplazamientos masivos, homicidios, secuestros y confinamientos, lo que obligó al Gobierno a implementar medidas urgentes para mitigar la situación y mejorar las condiciones de vida de los habitantes.

Las cinco medidas anunciadas por Petro incluyen un enfoque integral para apoyar a los campesinos y transformar la economía local. La primera medida más destacada es la erradicación de 25.000 hectáreas de cultivos ilícitos de coca en la región. Esta acción se llevará a cabo a través de un programa de erradicación voluntaria, en el que se ofrecerán pagos económicos a los campesinos que sustituyan estos cultivos por alternativas lícitas. El presidente explicó que la erradicación busca trabajar de la mano con los campesinos para garantizar que la transición hacia cultivos legales sea exitosa y beneficiosa para las comunidades.

Petro subrayó que el objetivo es erradicar la mitad de las 55.000 hectáreas de coca cultivadas en la zona, sin generar conflicto con la población local. El presidente aseguró que el enfoque será de cooperación, buscando una alianza con el campesinado para promover el progreso y la paz en el Catatumbo.

Adicionalmente, el Gobierno proporcionará incentivos económicos a los campesinos que participen en este proceso. Recibirán pagos mensuales de 1.280.000 pesos (equivalente al 90% de un salario mínimo legal vigente) durante 12 meses. Esta ayuda busca apoyar a los campesinos mientras realizan la transición hacia cultivos legales y sostenibles, contribuyendo así a la reconstrucción de la región.

Estas medidas representan un paso significativo hacia la estabilización del Catatumbo, ofreciendo a los campesinos alternativas viables y apoyo económico en un contexto marcado por la violencia y la pobreza. El Gobierno espera que, con la implementación de estas acciones, se logre una mejora en la calidad de vida de los habitantes de la región, promoviendo la paz y el desarrollo económico sostenible.

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