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Dubái, la meca de las innovaciones y lo sorprendente, ahora ha sacado a relucir un proyecto que ha convocado la atención del mundo entero. El país asiático dio apertura al Museo del Futuro, que pretende ser el centro tecnológico y científico e intelectual más importante de la historia, en donde confluirán los talentos más notables en los campos de la ciencia, la tecnología, la investigación y la innovación. Todo con el objetivo primordial de descubrir soluciones para el mundo y sus necesidades, como retos y eventualidades a la que se afronta la humanidad.

Para dicho proyecto se construyó un complejo arquitectónico que es considerado el más costoso innovador del planeta, siendo hoy por hoy el edificio más aerodinámico del mundo.

Con una superficie de 30.000 metros cuadrados y una estructura de siete plantas sin pilares, en donde se desarrollará este proyecto científico, encaminado al servicio de viajes experimentales y dando apertura de esta manera a una plataforma interdisciplinar para estudiar, imaginar y diseñar el futuro.

Este megaespacio ya es considerado como la “la meca de la ciencia y la tecnología” y epicentro sagrado de las ideas. En la apertura estuvo presente el Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, y gobernante de Dubái, quien en un efusivo mensaje a más de 50 medios de comunicación del mundo, expresó un mensaje de esperanza para toda la humanidad.

Esta obra situada en pleno Trade Center de la ciudad será vital en las actividades económicas, de desarrollo, científicas, estratégicas y humanitarias, que se adelanten en conjunto, y pretende que los científicos actúen mancomunadamente, compartiendo sus descubrimientos, ideas y avances: Con el único objetivo de proveer bienestar a la humanidad.

Por último, para el desarrollo de este megaproyecto se ha invertido más de 10.000 millones de euros en su primera etapa, y se espera superar cinco veces más esta cifra a lo largo de los primeros dos años de funcionamiento, teniendo como hoja de ruta que otros gobiernos ejecuten su respaldo financiero.

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