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Este 27 de junio se celebra el Día Internacional de la Microbiota y trae consigo el recordar la importancia de estos microorganismos en la respuesta frente al SARS-CoV-2. A pesar de los estudios y conocimientos adquiridos en más de un año de pandemia, todavía no hay suficiente evidencia sobre por qué en cada persona difieren los síntomas al contagiarse. Existen diversos factores que pueden influir: genéticos, la edad, sexo, estilo de vida, alimentación y las comorbilidades.

Sin embargo, la composición de la microbiota intestinal, también juega un papel importante ante la respuesta de un organismo contagiado con COVID-19. La microbiota es un conjunto de microorganismos (benéficos y perjudiciales), que habitan en un espacio determinado del cuerpo de los que dependen la condición de salud en general.

Es así como se tiene la microbiota gastrointestinal, la microbiota bucal, la microbiota genitourinaria y la microbiota respiratoria entre otras. Dichos microorganismos ayudan a generar un equilibrio interno por la producción de sustancias como vitaminas, enzimas, sustancias antimicrobianas que combaten microorganismos causantes de enfermedades, etc.

Cuando la microbiota intestinal se ve afectada negativamente, se puede presentar inflamación intestinal, diarrea, o en casos más graves, desencadenar enfermedades crónicas, como Colitis ulcerativa o la enfermedad de CrohnEsta alteración puede generarse por mala nutrición, consumo de alcohol, condiciones de obesidad, falta de ejercicio, estrés, y el consumo de algunos medicamentos que disminuyen la cantidad de microorganismos benéficos y desequilibran la microbiota. 

Adicional a esto, el sistema gastrointestinal alberga el 70% de las células del sistema inmune, por lo que cualquier desequilibrio deja como consecuencia una afectación en la principal barrera de respuesta ante microorganismos causantes de enfermedades como las bacterias, los hongos y los virus.

Etapas del virus e influencia de la microbiota:

Según la Dra. Sandra Santos, directora de investigación, desarrollo y calidad de Bionutrec, microbióloga de profesión y candidata a PhD en biotecnología, con más de 25 años de experiencia en el manejo de microorganismos de uso industrial, tener una buena salud gastrointestinal y un sistema inmune fortalecido, no es que evite el contagio o sea la cura para el virus, pero puede ayudar a que el cuerpo contrarreste los síntomas del COVID-19 o no se llegue a cuadros severos de la enfermedad.

Aquí entran a jugar los probióticos, pues estos microorganismos, ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota. “los probióticos son microorganismos benéficos que ayudan al equilibrio y bienestar en general.  Los probióticos tienen varias funciones como competir por espacio con microorganismos patógenos dentro de las mucosas donde se ubican, favorecer la absorción de nutrientes, sintetizar sustancias que destruyen dichos patógenos y estimular el sistema inmune”, afirma la Dra. Santos. Además, los probióticos promueven la activación de sustancias antinflamatorias “muchas enfermedades tienen como consecuencia procesos inflamatorios, que se pueden modular con la acción probiótica” puntualiza.

Según Consumer Health in Colombia, un estudio de Euromonitor, los probióticos y suplementos dietarios fortalecen el sistema inmune del cuerpo. Esta es una nueva tendencia hacia la salud preventiva, que ha incrementado el consumo de estos productos durante la pandemia por COVID-19 hasta en un 9%. Según este estudio, en el 2020 se incrementó el consumo de vitaminas B y C, suplementos probióticos y aceites de pescado y ácidos grasos con omega 3 y 6.

Dada la influencia positiva de los probióticos, la Dra. Santos define tres etapas del proceso relacionado con la infección del virus en las que el consumo puede ayudar a equilibrar la microbiota intestinal, y así ayudar a contrarrestar algunos de los efectos del COVID-19:

  • Antes de la infección – Prevención o menor incidencia de contagio

Las personas que tienen comorbilidades son más susceptibles al virus y está comprobado que, por ejemplo, la microbiota de una persona con obesidad es diferente a la microbiota de una persona en buen estado físico, donde abundan más microorganismos oportunistas y patógenos que microorganismos benéficos Una persona es susceptible a contagiarse y presentar síntomas severos si su sistema inmune está debilitado producto de su microbiota desequilibrada, entre otros factores. Durante todo el tiempo, se recomienda consumir frecuentemente probióticos. El Procilus D2 de Bionutrec puede ayudar a mantener un equilibrio de la microbiota y fortalecer el sistema inmune, para que sea esa principal arma de defensa frente a diferentes infecciones.

  • Durante la infección

Aunque es una infección respiratoria, hay estudios que muestran la presencia del virus en las heces fecales y síntomas gastrointestinales como diarrea y vómito.

Durante la infección, los médicos suelen recomendar el consumo de antibióticos, antiinflamatorios y otros medicamentos. Sin embargo, estos afectan la flora intestinal disminuyendo los microorganismos benéficos en la microbiota. Para esta etapa, se recomienda el consumo de probióticos como acompañantes de los antibióticos y que no se vean afectados por ellos. Prolardii de Bionutrec, ayuda a evitar que la microbiota se vea afectada por el consumo de los medicamentos y el desgaste causado por el propio virus.

  • Después de la infección

El sistema inmune queda exhausto tras superar el virus, no solo por los efectos de este en el cuerpo, sino también por los medicamentos que suele consumir un paciente Covid. La microbiota, se ve altamente afectada y desgastada, por esto es necesario el consumo de probióticos para ayudar a recuperar los microorganismos benéficos perdidos y alcanzar nuevamente una buena salud intestinal.

La Dra. Santos aclara que “ninguno de estos probióticos va a prevenir o curar el COVID-19, pero sí pueden ayudar a fortalecer el sistema inmune y a equilibrar la microbiota, para que, en caso de un contagio, el organismo pueda contrarrestar algunos de los efectos del virus”.

La microbiota intestinal desempeña funciones clave en la protección frente a la invasión de microbios patógenos, virus y la regulación del sistema inmune. Si esta se encuentra en equilibrio, se genera un bienestar general en el organismo.

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