El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este jueves que trabaja con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en un plan conjunto para «erradicar» a los grupos armados que operan en la frontera entre ambos países.

La declaración llega en medio de los enfrentamientos en la región del Catatumbo entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 de las disidencias de las FARC, que han dejado hasta ahora entre 60 y 80 muertos, así como unas 36.000 personas desplazadas.

Coordinación binacional para la seguridad

A través de la red social X, Petro informó que el plan incluye medidas como el control de los pasos ilegales, especialmente en el río Catatumbo, y operaciones conjuntas en ambos lados de la frontera. Además, mencionó que se identificaron 1.580 colombianos refugiados en campamentos del lado venezolano, lo que subraya la magnitud de la crisis humanitaria en la región.

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El presidente también indicó que delegó al ministro de Defensa colombiano para dialogar con su par venezolano y coordinar acciones concretas para combatir las bandas criminales que controlan el narcotráfico en la zona. Según Petro, en los próximos días se llevará a cabo una reunión entre los ministros de Defensa de ambos países para formalizar estas medidas.

Críticas por ausencia durante la crisis

El anuncio de Petro responde a las críticas recibidas por viajar a Haití en medio de la crisis en el Catatumbo. Defendió su gestión asegurando que, pese a su desplazamiento, mantuvo contacto permanente con el gobierno venezolano para abordar la situación.

Petición de mayor control fronterizo

El canciller saliente de Colombia, Luis Gilberto Murillo, también se refirió a la situación al intervenir ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Murillo destacó que Colombia ha pedido a Venezuela que incremente su control sobre la frontera, evitando el tránsito de combatientes del ELN hacia territorio colombiano. Sin embargo, subrayó la importancia de mantener abiertos los puentes legales entre ambos países.

Una frontera en disputa

La región fronteriza entre Colombia y Venezuela, que abarca 2.219 kilómetros, enfrenta una fuerte presencia de actores armados ilegales que luchan por el control del narcotráfico. En el Catatumbo, una de las áreas más conflictivas, los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC han generado una crisis humanitaria que las autoridades buscan mitigar con urgencia.

Diálogos de paz suspendidos

En paralelo, la delegación del Gobierno colombiano en los diálogos con el ELN aseguró que los negociadores de la guerrilla no se encuentran en Cuba, después de que la Fiscalía reactivara órdenes de captura contra 31 de ellos. Esta acción siguió a la suspensión de las negociaciones por parte de Petro, quien acusó al ELN de cometer crímenes de guerra en el Catatumbo.

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