En el último año, las patinetas y bicicletas eléctricas han revolucionado el mercado mejorando la movilidad en Bogotá. Las razones del auge serían las restricciones de movilidad para carros y motos y la congestión vehicular, que es el día a día de la mayoría de capitalinos.
Los ciudadanos están dejando de un lado el automóvil, transporte público o taxi. La apuesta, de lejos, son las patinetas eléctricas, que es una alternativa que se convirtió en necesidad.
Hoy día, los bogotanos han optado por movilizarse de una manera más rápida y eficaz, pues es común ver estudiantes y ejecutivos transportándose por las calles y ciclorrutas de la ciudad.
«Las patinetas son más seguras y cómodas, trato de llegar los más rápido a mi trabajo. Antes duraba dos horas en el transporte público, ahora me gasto 40 minutos a mi trabajo», dijo Jéfferson Tique, de 28 años, un usuario de patinetas que desde hace cinco meses se transporta en ella.
«Y cuando no tengo batería la llevo en el bus, pero casi siempre la tengo con carga, por consiguiente, ha mejorado mi calidad de vida», agregó Tique.
Según la Secretaria Distrital de Movilidad, el tránsito de patinetas llegó a un promedio de 13.000 (un 0,1% del total), mientras que los efectuados en bicicleta rondaban los 880.000.
Bogotá está a la par de varias ciudades del mundo como Washington y San Francisco (Estados Unidos); París (Francia), Copenhague (Dinamarca) y otras 100 metrópolis del mundo, que ya utilizan este medio de transporte.
Además, estos vehículos reducen el tiempo de un lugar a otro, también una forma de ahorrar dinero y la facilidad de conducir.