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El joven atleta hacía parte del Pacto por la Reserva Deportiva de Mindeporte, a través de su Escuela de Talentos. Una gran pérdida para el deporte colombiano. El seleccionador nacional, honra su memoria.

En el Campeonato Nacional de Gimnasia celebrado hace dos años en Ibagué, uno de los menores de la delegación de Norte de Santander no obtuvo podio y entró en llanto. Ángel Gabriel Delgado se había colgado siete medallas y al ver a su compañero desconsolado, se quitó una de las cinco doradas para regalársela y premiarlo por su esfuerzo.

Ese gesto resume la nobleza y bondad que brotaban en la personalidad de la gran promesa de la gimnasia colombiano, cuyo corazón se detuvo el pasado domingo por muerte súbita en El Zulia, municipio del área metropolitana de Cúcuta, donde residía con sus padres y dos hermanas.

El próximo 23 de febrero Delgado Villamizar cumpliría 13 años y la mitad de su vida se la dedicó a la gimnasia. «Con seis años y medio llegó al coliseo y empezó a entrenar con nosotros en las tardes. Después de la pandemia empezamos todo el día, de 7 a 11:45 de la mañana, almuerzo y retomábamos de 12:15 a 3:15 de la tarde; luego fisioterapia y salía más o menos a las llegaba entre 5 y 6 a su casa a estudiar», así recuerda las arduas jornadas de Ángel Gabriel, el seleccionador nacional, Jairo Ruiz.

Golpeado aún por su temprana partida, el entrenador recuerda que justo este año, el menor «había optado por la educación presencial, razón por la cual llegaba corriendo sobre la 1 para entrenar toda la tarde. Era tan talentoso, como humilde y consagrado». Su proyección era tal, que era parte del Pacto por la Reserva Deportiva de Mindeporte, a través de la escuela de Talentos.

Por eso a manera de homenaje, quiso describirlo por medio de una anécdota. Y una muy significativa fue en el Suramericano Junior del año pasado en Guayaquil, Ecuador. «Antes del viaje hizo un trato con el papá: que si ganaba medalla, el padre dejaba de fumar. Infortunadamente no alcanzó podio y fue algo frustrante para él, le dio mucho sentimiento, pero por fortuna a los pocos meses, en el GAM Nacional de Melgar ganó y el acuerdo se cumplió», recordó emocionado.

Ángel era el mayor de tres hermanos y único varón de la unión de Beitzabe Villamizar y Luis Delgado. Siempre tenía en Jossimar Calvo y Ángel Barajas sus espejos y el sueño lo tenía definido, según su mentor: «Ser medallista olímpico y sacar adelante a su familia».

Ya estaba preseleccionado para los Juegos Nacionales de noviembre próximo en el Eje Cafetero y muchas ilusiones quedaron por cumplirse, aunque con su centenar de medallas, alcanzó a convertirse en inspiración para las presentes y futuras generaciones de la gimnasia colombiana. Descanse en paz.

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