Guajira Azul es el programa de transformación social más importante de La Guajira que con obras y resultados viene ganándole la batalla a la falta de acceso de agua potable y saneamiento en el departamento. Muestra de ello es la puesta en funcionamiento y entrega oficial del módulo de pilas públicas de Sararao que beneficia a 10.210 habitantes de 81 comunidades Wayuu en zona rural dispersa del municipio de Maicao.
“El acceso al agua potable es la clave para la evolución de nuestros pueblos, por eso Guajira Azul es una causa que desde el Ministerio de Vivienda hemos abanderado para convertirla en ejemplo nacional. En dos años hemos beneficiado a más de 531 mil personas con la finalización de 18 proyectos que suman $113.223 millones”, dijo el ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón, quien agregó que “esto ha permitido aumentar la cobertura de acueducto en zonas rurales dispersas en la Alta y Media Guajira del 4 % en 2018 a cerca del 20 % en 2021 y un aumento en la continuidad del servicio de agua potable en zonas urbanas de 9 a 11,8 horas por día”.
El Ministro informó que en zonas rurales de la Alta y Media Guajira se tienen contemplados 24 módulos de pilas públicas. “Con Sararao ya han iniciado operación 3 módulos: Casa Azul, inaugurado en febrero de 2019, que beneficia a 12.478 habitantes; Wimpeshi, entregado en febrero de 2021 para favorecer a 3.002 indígenas Wayuu, y Sararao, que hoy entra en funcionamiento para mejorar la calidad de vida de otros 7.770 guajiros”, reportó.
El alto funcionario explicó que el módulo de pilas públicas de Sararao está conformado por cinco pilas: Sararao, Majayulumana, Masamana, Ulain y Orroko, que fueron construidas con un aporte de $ 4.099 millones de obras por impuestos de ISA INTERCOLOMBIA.
“Estamos orgullosos de entregar un proyecto que aporta al bienestar y a la calidad de vida de las comunidades Wayuu. Esta obra va en línea con la gestión integral que adelantamos como Grupo ISA, articulando las expectativas y preocupaciones de comunidades vulnerables y el respeto por la identidad étnica y cultural, procurando transformaciones que generan valor sostenible. De esta forma, contribuimos al cierre de la brecha socioeconómica de una región tan importante para el país como es La Guajira”, dijo Bernardo Vargas Gibsone, presidente de ISA.
Entre tanto, el viceministro de Agua, Jose Luis Acero, destacó que con las pilas públicas se ha logrado un gran impacto con la comunidad. “Históricamente los Wayuu tomaban el agua de pozos abastecidos de aguas lluvias y estanques naturales ubicados hasta a 8 horas de distancia de sus viviendas. Además, en épocas de sequía no contaban con el recurso. Ahora se abastecen del líquido y lo llevan en tanques plásticos a sus hogares, con gestión social que asegura la participación de las comunidades a través de espacios autónomos y un componente de capacitación y fortalecimiento de capacidades comunitarias, esta es una verdadera transformación”, explicó.
Además, el Viceministro contó que el pozo donde se capta el agua para el módulo de Sararao tuvo una inversión adicional de más de $ 316 millones con recursos de Cancillería y el Sistema General de Participaciones a través del PDA. Para la sostenibilidad del módulo se implementó un esquema asociativo para acceder a los subsidios de orden municipal.
“Alrededor de este módulo se ha logrado una especial articulación interinstitucional, con una estrategia fuerte de socialización comunitaria. Por ejemplo, con el ICBF se logró la construcción de una Unidad Comunitaria de Atención que beneficiará 50 niños y niñas. Por otro lado, UNICEF, con el apoyo de su socio implementador ZOA, construyó unidades sanitarias secas para el Centro Educativo Indígena N° 2 de Sararao, y con Acción Contra el Hambre se fortalece la resiliencia y la capacidad de respuesta de las comunidades Wayuu frente a la variabilidad climática con una huerta comunitaria; en la parte pecuaria se entregan gallinas y galpones y se trabaja en la conformación de comités comunitarios”, concluyó Acero.