El sector viene sufriendo una caída considerable por la situación económica actual.
El calzado y la ropa son los productos que más redujeron sus ventas.
Esta situación podría llevar al cierre de varios locales de más de 57 establecimientos comerciales de la zona.
Los comerciantes de San Victorino en el centro de Bogotá piden al gobierno que no olvide a este importante sector de la economía que además de la baja en ventas durante enero y febrero, se vieron también afectados por el reciente paro de taxistas de la capital del pasado 22 de febrero, viendo reducidas las ventas en cerca de un 25%
A esto se suma el aumento en el costo de vida y el cambio de prioridades en los hogares colombianos que ha hecho que las ventas registren a la baja. La compra de calzado y ropa decreció notoriamente, siendo el indicador más bajo en una década. Ahora la gente prefiere ahorrar e invertir en comida; descuidando un aspecto también fundamental como la inversión en vestuario y el cuidado personal.
Solo basta con darse una vuelta por el centro de Bogotá para notar la ausencia de compradores en los más de 57 establecimientos de comercio de la zona, lo que podría llevar al cierre de varios negocios y a la pérdida de empleos
“Enero y febrero han sido unos meses difíciles para el comercio del centro de Bogotá, hemos visto una disminución de compradores y fuera de eso aunque el paro de taxistas fue rápido, nos perjudicó mucho porque el momento más álgido del plan tortuga fue justo entre 4:30 y 8:00 de mañana, cuando estábamos en el tradicional madrugón. Mucha gente dejó de venir por temor a la movilidad y a la falta de taxis, pues la mayoría de nuestros compradores mayoristas usan este servicio para transportarse, lo que nos dejó una reducción en ventas del 25% solo en esa parte del día”, aseguró Wilson Vergara Gerente General del Gran San de San Victorino