La Autoridad del Territorio Ancestral Indígena de Puracé ha emitido un comunicado de emergencia en el que alerta sobre una grave situación ambiental en la región. Según informaron, el lunes 16 de febrero de 2025, las aguas de los ríos Andulbior, San Francisco y Cocuy fueron severamente contaminadas por ceniza volcánica proveniente de la erupción del volcán Quriquinga, ubicado en la cadena volcánica de los Kokonukos. Este evento, ocurrido el 19 de enero, ha afectado gravemente las cuencas hídricas de la zona, y las consecuencias ya son palpables en el ecosistema local.
Las cenizas acumuladas en la parte alta de los ríos se desprendieron debido a las intensas lluvias de la temporada invernal. Esta situación ha contaminado el agua en un área de aproximadamente 40 kilómetros, afectando a los comuneros que habitan cerca de las riveras de estos cuerpos de agua. Las afectaciones incluyen la muerte de fauna y flora en la región, especialmente en los emprendimientos de trucha que familias de la zona habían establecido como fuente de ingresos. Además, el ganado y otras especies menores han sufrido serias consecuencias debido a la contaminación.
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Ante la gravedad de los hechos, las autoridades indígenas han solicitado de manera urgente la intervención de diversas instituciones gubernamentales. Hacen un llamado a la Alcaldía Municipal de Puracé, a la Gobernación del Cauca y a la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres (UGRD) tanto a nivel local como regional y nacional para que brinden apoyo a las víctimas de la contaminación en las cuencas de los ríos mencionados. La comunidad indígena también advirtió que el 18 de febrero, el río Grande del Cauca también fue afectado por los fluidos de cenizas volcánicas, lo que incrementa el riesgo ambiental en la zona.
La situación ha llevado a la comunidad indígena del Territorio Ancestral de Puracé a declararse en emergencia social, territorial, cultural, económica y ambiental. Este desastre no solo afecta a los ecosistemas locales, sino que también amenaza las formas de vida tradicionales de las comunidades indígenas y los medios de subsistencia de las familias que dependen de la pesca, la ganadería y la agricultura en la región.
El impacto de la actividad volcánica de los Kokonukos no solo ha sido inmediato, sino que también podría generar nuevas afectaciones en el futuro, por lo que las autoridades indígenas insisten en la necesidad de una respuesta rápida y efectiva ante esta calamidad.