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No será la primera vez que ha escuchado hablar de una cuenta de ahorros o de una cuenta corriente. Seguramente, cuando fue a la oficina a abrir su primer producto bancario, el colaborador de la entidad le preguntó cuál de estos dos tipos de depósito prefería o, si realizó el procedimiento por los canales virtuales, tuvo que escoger entre alguna de las dos opciones.

Es muy probable que en el momento de hacer una transferencia, le preguntó a su amigo, familiar o cliente qué tipo de cuenta tenía él para enviarle el dinero. Probablemente seleccionó una de las dos opciones cuando estuvo frente a un cajero automático y necesitaba completar la operación.

Así las cosas, en el portal «Saber Más, Ser Más» de Asobancaria, se dieron a conocer cuáles son las diferencias entre una y otra, para que pueda tomar la decisión que se ajuste a su necesidad y sacarles el mayor provecho a estos dos tipos de depósitos.

Cuenta de ahorros:

  • Genera rentabilidad por mantener su dinero en la cuenta, el porcentaje depende de la entidad. Como su nombre lo indica, incentiva el ahorro.
  • Se tiene la idea de que solo es para personas naturales, pero también existen las cuentas de ahorros empresariales.
  • No permite sobregiros. Puede disponer del dinero que tiene en su cuenta en el momento que lo requiera hasta que el saldo llegue a 0.
  • No existe la posibilidad de un reporte a central de riesgo por el manejo de este tipo de cuenta, dado que el dinero del que dispone le pertenece a usted.
  • Le permite realizar pagos con su tarjeta de débito o por canales electrónicos.
  • Dependiendo de la entidad y del tipo de cuenta de ahorros a la que accede, le pueden cobrar algunas comisiones.

Cuenta corriente:

  • No ofrece rentabilidad generalmente. Es decir, mantener el dinero allí, sin importar la cantidad o el tiempo que permanezca, no va a generar ganancias.
  • Se han asociado a importantes empresas que mueven grandes cantidades de dinero, pero lo cierto es que cualquier persona u organización puede considerar abrirla.
  • Existe la posibilidad de tener un cupo de sobregiro. Es decir, puede exceder su saldo porque la entidad le presta (que se pueda realizar, monto y condiciones dependen del banco). Esto generará, por supuesto, el cobro de intereses.
  • Dado el punto anterior y que la entidad le puede prestar dinero, el incumplimiento de esa obligación generará reportes negativos a las centrales de riesgo.
  • Cuenta con una tarjeta de débito para realizar pagos y también dispone de canales electrónicos. Adicionalmente, cuenta con una chequera y, de acuerdo con su manejo, puede recibir una tarjeta de crédito.
  • También le pueden cobrar comisiones y, en general, se conoce que son más altas que las de las cuentas de ahorros.

¿En qué casos es más útil una cuenta de ahorros?

  • Si su intención es ahorrar mes a mes.
  • Si es su primer producto financiero y quiere dejar de usar efectivo.
  • Si quiere tener menos costos (o ninguno) asociados a la cuenta por realizar transacciones.

¿En qué casos es más útil una cuenta corriente?

  • Si desea una cuenta para realizar pagos frecuentes.
  • Si en ocasiones puede llegar a necesitar un saldo mayor al que dispone.
  • Si su intención es tener varios productos asociados (tarjeta de débito, chequera o tarjeta de crédito, en ciertos casos).
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