La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria, destacó algunos de los desafíos en materia de sostenibilidad que enfrenta el sector financiero. El gremio destacó que algunos de ellos se asocian a consolidar las finanzas sostenibles como un eje estratégico del negocio; aumentar la incidencia de la banca en inclusión y educación financiera para grupos poblacionales subatendidos a través de una oferta de valor y gestión de riesgos diferencial; fortalecer el uso de nuevas tecnologías que permitan aumentar el acceso y uso a productos financieros; así como, movilizar capital y gestionar los riesgos climáticos en materia de adaptación y biodiversidad.
En lo que tiene que ver con el cambio climático, el sector se enfrenta a retos como la identificación y gestión de los riesgos físicos y de transición, la reducción de emisiones de gases efecto invernadero del sector, incluyendo las emisiones que se financian, y la movilización de capital hacia medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Para hacer frente a estos retos, el gremio cuenta con el Protocolo Verde desde el año 2012, desde el cual se generan acciones y estrategias que facilitan el avance del sector en temas relacionados con el cambio climático. Adicionalmente, la Junta Estratégica de sostenibilidad reúne a los presidentes de las entidades agremiadas a Asobancaria para definir los objetivos, metas y acciones del sector en materia de sostenibilidal.
El gremio de los bancos destacó que de las 37 entidades agremiadas, 27 contaron con una política y/o estrategia relacionada con el cambio climático, de las cuales 15 siguieron las recomendaciones de marcos y estándares internacionales, establecieron compromisos, actividades y metodologías asociadas a este tema.
Finalmente, según Asobancaria, sus agremiados han implementado mecanismos de financiación innovadores que buscan apalancar productos y servicios verdes, como lo son los bonos temáticos. Resaltó que cinco entidades emitieron $1.1 billones en bonos sociales, y 15 entidades ofrecieron líneas verdes de crédito, cuyo saldo total ascendió a $18.7 billones en 2022, 40% más que en 2021.
