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Según una investigación del Instituto Global McKinsey, el 62 % de las pymes en Colombia no tienen acceso a financiamiento.

Para nadie es un secreto que unas de las grandes afectadas por la pandemia son las pymes, ya que, con las medidas de confinamiento decretadas por los gobiernos, muchas tuvieron que parar su operación o transformar su modelo de negocio y con ello, ver perjudicadas sus finanzas.

A raíz de este panorama, el flujo de caja se convirtió en el indicador más golpeado. De hecho, datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan que en medio de la coyuntura, de cada 100 empresas, aproximadamente 75 manifiestan haber presentado una disminución de su flujo de efectivo.

Sumado a esta situación y como si se tratara de un efecto dominó, las pymes también han visto afectada su liquidez a causa de las demoras en los pagos por parte de las grandes compañías, a quienes ellas les prestan la mayoría de los servicios, lo cual ha llevado a muchas a tomar decisiones y apoyarse en nuevas herramientas para paliar la crisis.

Tal es el caso de las plataformas de factoring digital, una solución tecnológica que le facilita a las pymes recibir el pago anticipado de sus facturas gracias al proceso de conexión inteligente que desarrollan entre grandes compañías y entidades financieras, quienes se encargan de ejecutar los desembolsos.

Para Andrés Sarmiento, gerente de soluciones financieras de Suplos, compañía latinoamericana creadora de un software de factoring digital, las plataformas son herramientas que cada día son más utilizadas, ya que democratizan la asignación de recursos entre las empresas, en especial en las pequeñas y medianas, quienes hoy día cuentan con pocas herramientas de financiación.

Por ejemplo, según una investigación del Instituto Global McKinsey, en Colombia, el 62 % de las pymes no tienen acceso a financiamiento. Además, el 52 % de las empresas de este tipo en Latinoamérica, no cuentan con ningún tipo de ayuda financiera que le permita sobrevivir a escenarios como los que vive el mundo en la actualidad.

“Tradicionalmente, las pymes (proveedores) deben esperar entre 60 a 90 días desde que entregan el producto para poder tener su flujo de caja, lo cual genera estrés en muchas de ellas. Por eso, diversas empresas nos hemos enfocado en crear tecnologías que remedien este dolor de cabeza y mejoren la calidad de vida de esos actores clave de nuestra economía nacional”, asegura Sarmiento.

Para el caso de Suplos, esta empresa desarrolló una tecnología que cuenta con una plataforma multifactor que ofrece: Condiciones de tasa de diversos fondeadores, un ecosistema único para vender y descontar facturas, un sistema que anticipa flujos de órdenes de compra sin necesidad de afectar capacidad crediticia y una red de más de 4 aliados financieros a la fecha.

“Con la tecnología como potenciador se logra dar financiación a empresas de una forma fácil, transparente, con pluralidad de opciones de fondeo y sin ningún desplazamiento físico”, añade Sarmiento.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las pymes comprenden el 99,5 % de las empresas, el 60 % de la población empleada y cerca del 25 % del Producto Interno Bruto (PIB) en América Latina y el Caribe. Además, en Colombia, de acuerdo con datos del DANE, las pequeñas y medianas empresas generan el 81 % de los empleos y su aporte al PIB es cercano al 45 %.

Acerca de Suplos
Suplos, una marca Intelcost, es la única compañía latinoamericana que ofrece un sistema en la nube integrado para automatizar la cadena de suministro y tesorería, desde el presupuesto hasta el pago. Adicionalmente, reúne en una misma red más de 17 mil proveedores para que los más grandes corporativos de Latam, de manera transparente, puedan licitar en línea con velocidad, transparencia y optimización de capital de trabajo.

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