Aunque se parece a la viruela común, la viruela del mono produce una enfermedad más leve, aunque en realidad hasta el momento se conoce muy poco de este padecimiento.

Apareció por primera vez el 7 de mayo de 2022 en el Reino Unido. Desde entonces, la enfermedad es estudiada en los países donde se han presentado brotes: España, Portugal, Estados Unidos, Italia, Suecia, Camerún, Nigeria, República Democrática del Congo, entre otras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía no cuenta con datos fehacientes y comprobables sobre la viruela del mono, pero ya existen algunos indicios: el contacto sexual esté relacionado con su transmisión y sus síntomas son menos graves que los que produce la viruela normal.

Mauricio González, radicado en Estados Unidos y experto en medicina de emergencias por la New York Medical College, advierte que la viruela del mono pertenece al grupo de los Orthopoxvirus, que suelen albergarse en animales, pero también son capaces de adaptarse al cuerpo humano.

«A pesar de su nombre, los monos no son reservorios de este virus. No sabemos cuál es el reservorio natural, pero posibles candidatos son roedores encontrados en selvas tropicales de África», explicó en sus redes, que utiliza para combatir la desinformación.

La Agencia Británica de Seguridad Sanitaria (UKHSA) ha registrado a siete pacientes con esta enfermedad. Cuatro de ellos se identifican como personas homosexuales, bisexuales u hombres que mantienen contacto sexual con otros hombres.

Lo anterior ha llevado a los científicos y médicos a concluir, de manera asociativa, que existe una relación importante entre el contacto sexual y el contagio. Sin embargo, aún no existen conclusiones definitivas.

«Se transmite de persona a persona a través de gotas de saliva mediante una interacción cara a cara prolongada. Contacto con fluidos, lesiones en la boca al comer animales infectados o contacto con fluidos de animales», dijo el médico González.

De acuerdo con testimonios y observaciones médicas en los países donde se han presentado casos, la viruela tiene los siguientes síntomas: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y nódulos linfáticos inflamados que se presentan previo a las lesiones de piel, que son de color oscuro.

«Existen tratamientos potenciales como tecovirimat y cidofovir. Estos antivirales tienen efecto contra este virus in vitro pero no han sido probados en áreas endémicas», señaló el experto.

«Los humanos invaden cada vez más territorios donde estos virus puedan tener sus reservorios y aunado a lo común de viajes internacionales, esto puede ser la causa mayor de estos brotes fuera de África», agregó.

Con la información de Sputnik

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