Esta época de cuarentena, cuando los ciudadanos deben permanecer más tiempo en casa cuidando su salud y la de sus familiares, se convierte en el momento ideal para aprender a separar mejor los residuos generados, aumentar el reciclaje y disminuir la cantidad de toneladas que son enterradas en Doña Juana.
Con este objetivo, desde el sector Mochuelo, ubicado en Ciudad Bolívar al lado de Doña Juana, un grupo de niños, quienes son los más afectados por la cantidad de residuos generados en la ciudad, reta a los bogotanos a incrementar el aprovechamiento de estos durante 2021.
Ellos enseñan cómo clasificar y disponer adecuadamente estos elementos e invitan a los demás pequeños y a la ciudadanía en general a hacerlo desde sus casas.
Para fortalecer los procesos de separación en la fuente y la cultura ciudadana, dignificar la labor de los recicladores y reducir la cantidad de elementos aprovechables que llegan al relleno Doña Juana, la Administración de la alcaldesa Claudia López presenta la campaña La basura no es basura,con la que se promueve el manejo sustentable de residuos.
“Incrementar el aprovechamiento es una tarea de todos. Trabajar conjuntamente con nuestros recicladores, quienes llevan décadas rescatando los residuos de las calles, para darles una segunda oportunidad y convertirlos en materia prima de un nuevo producto. Esto es un compromiso social, pues así apoyamos a los recicladores y a la vez al ambiente, disminuyendo la cantidad de elementos que se entierran en las celdas de Doña Juana, reduciendo el impacto negativo sobre los habitantes vecinos al relleno y las fuentes hídricas como el río Tunjuelo«, señaló la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos -UAESP-, Luz Amanda Camacho.
Los bogotanos tienen el reto de aumentar la cifra de aprovechamiento semanal de residuos, mientras están cuidándose en casa, con el objetivo de pasar de las 8400 toneladas actuales a 9000; y utilizar el tiempo en los hogares para conocer y aprender cómo separar adecuadamente los materiales, que pueden ser utilizados como insumos de nuevos productos y tener una segunda oportunidad.
“Hay algunos envases y empaques que podemos reutilizar en nuestra casa. Cuando definitivamente no los vayamos a utilizar debemos lavarlos y disponerlos en la bolsa blanca. Estos recipientes pueden entrar a una segunda cadena productiva y convertirse en nuevos productos. La basura no es basura”, aseguró la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Para alcanzar este objetivo, el papel de la cultura ciudadana será fundamental. Por eso, el secretario de Cultura, Recreación y Deporte, Nicolás Montero, destacó la tarea que tienen todos los bogotanos para impulsar este prioritario cambio de hábitos:
“Bogotá ha demostrado su capacidad para liderar poderosos cambios culturales que modifican el rumbo de nuestro presente y futuro. Ahora llegó el momento de hacerlo desde casa, en nuestros pequeños actos, entendiendo que la basura no es basura, separando en la fuente y tomando mejores decisiones sobre lo que consumimos y el manejo que damos a los residuos. Reducir el consumo, reutilizar y reciclar, y separar los elementos, cambiarán para siempre nuestra suerte común. Actuemos juntos y hagamos realidad una ciudad cuidadora y sostenible”, dijo.
El aprovechamiento de residuos en Bogotá creció considerablemente en el último año, al pasar del 18,73 % en 2019 al 24,23 % en 2020. Esto significa que se le dio una segunda vida casi a la cuarta parte de los residuos generados cada día.
“Los depósitos de residuos son espacios muy importantes de nuestros lugares de vivienda y trabajo, la forma de darle un buen uso es dejando en este lugar todo correctamente clasificado (cartón, vidrio y plástico lavado y limpio), de esta forma ayudamos a nuestros recicladores a no clasificar material contaminado, reduciendo el trabajo manual que día a día hacen, separando nuestros residuos. Este acto sencillo de separar en la fuente demuestra nuestro compromiso con el ambiente, con cambios simples en nuestros hábitos en el hogar, siempre recordando que: La Basura no es Basura” afirmó, por su parte, la secretaria del Hábitat, Nadya Rangel.
Con la estrategia La basura no es basura, la Administración busca que los ciudadanos conozcan más sobre la separación en la fuente, el aprovechamiento y el consumo responsable para que Bogotá continúe reduciendo la cantidad de residuos que llegan al relleno sanitario.
“La correcta disposición es el punto de inicio de muchos beneficios ambientales para la ciudad: el uso de menos recursos naturales para la elaboración de materias primas, generación de energía y producción de abonos para enriquecer nuestros suelos. Al disminuir los elementos que van a Doña Juana, se le puede dar un mejor manejo al relleno y así evitamos riesgos de contaminación de suelos, cuerpos de agua y del aire. Al salir de casa, los residuos no dejan de ser problema nuestro, sino que se vuelve un asunto de ciudad. Entre todos podemos mejorar”, añadió la secretaria de Ambiente.
Para lograr un adecuado aprovechamiento de residuos, es necesario que las personas realicen una buena selección y disposición desde los hogares y les entreguen los elementos ya clasificados a los recicladores que recorren Bogotá.
La basura no es basura y, por eso, una correcta separación en la fuente y aprovechamiento de residuos ayuda a reducir la emisión de los gases que generan el calentamiento global, mitiga los impactos negativos sobre la calidad del aire y el agua, y permite que 24 000 recicladores sigan subsistiendo con este oficio.