Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, ha destacado en su última columna para La República que la inflación ha sido una preocupación importante en los últimos dos años y que la espiral alcista en los precios se identificó en abril de 2021 debido a factores de oferta y demanda. Los niveles de inflación en Colombia han superado a los de países vecinos como México, Perú y Chile.

El presidente del gremio representativo de los bancos resaltó que el registro de abril (12,82% anual), que representó un nivel menor a 13,34% observado en marzo, representó una noticia positiva para el bolsillo de los colombianos, y en particular para los segmentos más vulnerables de la población, pues son estos últimos lo que han enfrentado mayores dificultades para adquirir bienes y servicios de primera necesidad.

Malagón explicó que el comportamiento de los precios se ha asociado principalmente con el rubro de los alimentos, que si bien ha presentado una variación anual elevada (18,5%), es menor que el pico de 27,8% observado en diciembre de 2022. La reducción mensual de los precios del tomate (-13,2%), la cebolla (-10,7%), las papas (-8,8%) y naranjas (-4,5%) se debió a la disminución en los precios de las materias primas y fertilizantes, la normalización de las condiciones climáticas después del fenómeno de La Niña y la postura del Banco de la República, que ha atenuado las presiones de demanda y moderado las expectativas.

A pesar de este comportamiento positivo, los precios en los componentes regulados y servicios han aumentado en comparación con meses anteriores, lo que indica que los sesgos inflacionarios asociados a factores como la indexación supondrán una convergencia muy gradual hacia la meta del Emisor. Malagón destacó el comportamiento de la inflación de combustibles (22,9% anual), que se vio impulsada por el aumento en los precios de la gasolina corriente realizado por el Gobierno para fortalecer las finanzas públicas. Aunque esta medida puede afectar de manera transitoria el bienestar de los hogares, se debe reconocer su carácter responsable.

Malagón espera que las presiones inflacionarias y la capacidad adquisitiva de los hogares mejoren progresivamente en lo que resta del año.

El líder gremial añadió que “en lo que resta del año se espera que las presiones inflacionarias y la capacidad adquisitiva de los hogares mejore progresivamente, hecho que lejos de llamar a la complacencia, implica que debemos redoblar los esfuerzos para anclar las expectativas con mayor celeridad, más cuando los niveles de inflación que enfrentan la población pobre (12,98%) y vulnerable (13,16%) superan el promedio nacional. En este sentido, será necesario que las autoridades trabajen junto al sector privado para diseñar medidas que abaraten los costos de los insumos agrícolas e industriales, a la vez que mitiguen los posibles efectos del fenómeno del niño venidero. Entretanto, será fundamental que desde todos los niveles de Gobierno se den señales de compromiso con la estabilidad macroeconómica, ya que estas pueden reducir las presiones alcistas sobre la tasa de cambio y, con ello, las que enfrentan los precios de los bienes importados”.

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