por Konuco | Dic 11, 2023 | Economía
La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) reveló que, para el tercer trimestre de este año, la cartera de leasing operativo ascendió a $6,36 billones, con un crecimiento real anual del 29%, lo que equivale a $1,92 billones adicionales, respecto a los $4,44 billones reportados en el mismo período del año pasado.
Según el Informe Trimestral de Leasing, este resultado podría atribuirse a una dinámica comercial más activa, reflejada en un mayor número de contratos en comparación con el año anterior. En este periodo, se destaca un menor crecimiento en la cartera de vehículos y la de equipos de computación en comparación con el año anterior, siendo contrario a lo observado en inmuebles y maquinaria y equipos.
Es importante mencionar que Asobancaria ajustó al alza la proyección de crecimiento de la cartera de leasing operativo para 2023, pasando de un 12,2% real anual a un 14,12% real anual.
Guillermo Alarcón, director de Vivienda y Leasing de Asobancaria, explicó que «durante el último año se registraron cifras históricas de crecimiento en esta cartera, cerrando los primeros meses del 2023 con crecimientos por encima del 30%. A cierre del tercer trimestre, esta cartera experimentó un crecimiento del 29% real anual. De esta manera, la expectativa de crecimiento para el 2023 se sitúa ahora en un 14,12% real anual».
Añadió que el comportamiento del leasing operativo durante el 2024 estará sujeto a las condiciones del mercado y su relación con la dinámica del nivel de precios, el crecimiento económico del país y la tasa de cambio. Además, indicó que, con la tendencia al alza de estas variables en los últimos meses, se espera una disminución en la adquisición de activos, especialmente de vehículos, que tienen una participación del 68,7% en esta cartera.
por Konuco | Dic 7, 2023 | Economía
En su más reciente columna de opinión para La República (LR), el vicepresidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Alejandro Vera, ha revelado una revisión a la baja en la proyección de crecimiento para la economía colombiana en 2023.
“La contracción de -0,3% en el PIB del tercer trimestre de este año hizo evidente para todos que la desaceleración económica de la que se hablaba, para cerrar este ciclo económico, es un hecho. Esa cifra seguramente hará que los pronósticos de crecimiento para todo el 2023 se sitúen cerca del rango 1%-1,3%. Con este año jugado, es importante empezar a pensar en cómo impulsar el crecimiento desde 2024. Lo primero que se viene a la cabeza de muchos es que lo obvio es bajar las tasas de interés. Y seguramente las tasas bajarán el año entrante, pero a un ritmo menor de lo esperado, sobre todo en el primer semestre. En este caso, el Banco de la República (BR) tomará las decisiones basado en el nivel de las expectativas de inflación que permitan anclarla en el rango meta de largo plazo, teniendo en consideración que claramente una baja inflación es prerrequisito para un crecimiento sostenible”, argumentó Vera.
No obstante, el vicepresidente resalta que generar confianza es clave en este plan de impulso para el año 2024. “La más importante de ellas es generar confianza. Retomar mensajes serenos que apoyen el trabajo de los diferentes sectores y la articulación público-privada es fundamental para estimular la inversión, factor clave para el crecimiento no solo del 2024 sino de los años siguientes. Hoy, el balance de expectativas de inversión en el país, que calcula el BR, se ha reducido de 22% en diciembre de 2021 a -0,5% en septiembre de 2023. Revertir esta tendencia es fundamental para volver a crecer por encima de 3% real”, apuntó.
Vera sugiere que, además de las tasas de interés, hay otros elementos de política pública sectorial que podrían contribuir al impulso económico. En el ámbito de la vivienda, propone una mayor asignación de subsidios para la financiación de vivienda VIS y no descarta el regreso del subsidio al segmento de precio medio de vivienda (No VIS). Argumenta que estos cambios podrían tener efectos significativos en la industria, el comercio y la contratación de mano de obra.
Finalmente, destaca la importancia de tener listos los instrumentos de política pública para profundizar el financiamiento de la economía popular. “Si bien el sector financiero colocó más de 100.000 créditos a este segmento este año, para poder profundizar este financiamiento y que tenga un verdadero efecto en el crecimiento se requiere potenciar los esquemas de garantías y redescuento que provienen de entidades públicas”, señaló el vicepresidente de Asobancaria.
por Konuco | Dic 1, 2023 | Economía
Durante su discurso en la instalación del 11° Encuentro Tributario, el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón, señaló que el sector financiero contribuyó de manera importante al pago del impuesto de renta el año pasado.
«En 2022 se pagó alrededor de $84,4 billones por impuesto de renta, y de estos, más de $6,9 billones, que representan un 8,2% del total, correspondieron al sector financiero. Los bancos aportaron $3,7 billones, cifra que es un 54% del pago total realizado por el sector financiero el año pasado», precisó Malagón.
Esto se da, según el líder gremial, al mismo tiempo que Colombia y el mundo han avanzado, significativamente, en términos de bienestar y así lo demuestran algunos indicadores: el 94% de la población colombiana tiene acceso a agua potable; a energía eléctrica el 97%; y la afiliación al sistema de salud, alcanza el 99%.
El presidente de Asobancaria resaltó que Ecuador y Colombia son los dos países de la región que más reformas tributarias han llevado a cabo en el siglo XXI. Mientras que en el vecino país se han realizado 22 reformas, en Colombia han sido 13.
«Desde el inicio del siglo, el país enfrenta nuevas reglas de juego en el frente tributario cada año y medio», recalcó.
Concluyó que si bien ha mejorado el escenario, el año pasado Colombia ocupó el puesto 46 entre 64 países en el escalafón de complejidad tributaria, mientras que México se ubicó en el 37, Argentina en el 11 y Uruguay en el 1.
por Konuco | Nov 28, 2023 | Economía
En Colombia, la corresponsalía ha generado efectos positivos en el acceso a productos y servicios financieros formales, especialmente en la profundización del crédito y el volumen transaccional. Sin embargo, aún persisten desafíos para acercar el sector financiero a zonas rurales donde no llega la presencia física de un corresponsal tradicional y falta conectividad a internet para respaldar productos digitales. El Decreto 222 de 2020 habilitó los canales de corresponsalía móvil y digital en el país con el objetivo de dinamizar cada vez más la corresponsalía bancaria.
La corresponsalía móvil es aquella mediante la cual se prestan servicios financieros de manera ambulante utilizando dispositivos móviles conectados en línea o fuera de ella. Por su parte, el corresponsal digital es aquel que pone a disposición de los consumidores financieros sus aplicaciones web o móviles, conectadas a la entidad financiera, para la realización de operaciones.
Según el último informe Banca & Economía de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), hasta diciembre de 2022, el país contaba con 3.195 corresponsales móviles y 644 digitales.
«Esto muestra la adopción progresiva por parte de las entidades financieras de estos dos modelos de corresponsalía. Sin embargo, la participación de los corresponsales móviles y digitales en el mercado es aún incipiente. Cuatro entidades vigiladas hacen uso del modelo móvil y cinco del modelo digital. Estos modelos representan conjuntamente el 0,8% del número total de corresponsales, el 1,4% del número de operaciones del canal y el 0,4% del monto de las operaciones del canal», señala el informe del gremio representativo de los bancos.
por Konuco | Nov 27, 2023 | Economía
Un reciente estudio de la Universidad de los Andes, liderado por Jorge Tovar y David Pérez, muestra que el sector bancario colombiano goza de sanos niveles de competencia, con una concentración moderada y un poder de mercado reducido y decreciente. Tanto así que, bajo las principales mediciones de competencia, el desempeño del sector supera los resultados de la mayoría de los pares regionales e, incluso, de algunos países desarrollados. Aunque el punto de llegada no es la competencia perfecta, pues un escenario así iría en contravía de la estabilidad financiera, es un propósito en sí continuar trabajando para incrementar y profundizar la competencia en el sector.
De acuerdo con la más reciente columna de opinión de Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, en esa tarea cobra especial importancia la portabilidad financiera, que se introdujo formalmente en el actual Plan Nacional de Desarrollo. La lógica de esta herramienta se asemeja a la de la portabilidad numérica móvil, pues permitirá al usuario tener la libertad de elegir para trasladar el producto que tiene con una entidad financiera a otra sin cambiar el número del producto. De esta manera, se busca que los usuarios puedan mejorar las condiciones de sus productos financieros en términos de plazos, tasas de interés u otros pagos asociados, sin comprometer la experiencia del cliente. Al final, se generará un entorno más competitivo en el sector, pues habrá menos fricciones para el traslado de productos y las entidades financieras, con la finalidad de retener a sus usuarios o atraer a otros, ofrecerán mejores condiciones en sus productos.
El líder gremial expresó: “El éxito de esta herramienta dependerá, desde luego, de su correcta implementación. En ese sentido, primero, deberá garantizarse un trabajo articulado entre los sectores público y privado para asegurar que su reglamentación cumpla con los objetivos propuestos y que haya tiempos prudentes para realizar los cambios tecnológicos necesarios. Segundo, deberá definirse claramente a qué productos financieros aplicará la portabilidad. Este no es un tema menor, pues la portabilidad no es viable para todos los productos financieros. Un ejemplo son los CDT, que por su naturaleza financiera están destinados a ser cumplidos en un periodo determinado y adelantar su plazo mediante portabilidad podría tener importantes perjuicios en el fondeo de los bancos. Tercero, deberá diseñarse una estrategia clara de difusión de la información a todos los segmentos de la población. La portabilidad es un derecho, por lo tanto, nadie ha de ser excluido”.
Añadió que “las campañas de educación preparadas por entidades financieras y por entidades del orden nacional son fundamentales para que los usuarios conozcan cómo funciona y cómo acceder a la portabilidad financiera, la cual tiene un gran potencial para tener éxito en Colombia, como ha sucedido en países como Brasil, México y Chile. Podrá beneficiar, de hecho, a 92% de la población adulta que ya cuenta con al menos un producto financiero, o atraer a más personas, y permitirá profundizar el acceso a crédito formal, que hoy solo llega a 36% de la población”.