Se crearía una comisión especial para la protección de los derechos de los pueblos indígenas

Se crearía una comisión especial para la protección de los derechos de los pueblos indígenas

Esta comisión legal para la protección y la reivindicación de los derechos de los indígenas y ancestrales busca reconocer la importancia de los pueblos indígenas y garantizar que los más de 2 millones de ciudadanos que lo conforman.

Este proyecto de ley beneficiará al 3.4 % de la población en Colombia y le permitirá acceder a sus derechos fundamentales incluidos en la constitución de 1991

La iniciativa fue radicada en la Cámara de Representantes Colombia para crear una Comisión Legal que permita para la Defensa, Protección y Promoción de los Derechos de los Pueblos Indígenas  en el Congreso.

Beneficiará al 4,4% de la población colombiana pertenecientes a pueblos indígenas.

Indígenas del Amazonas cuentan sus historias por medio del cine

Indígenas del Amazonas cuentan sus historias por medio del cine

Múltiples grupos indígenas del Amazonas plasman su propia visión de la vida a partir del Cine. 

En las entrañas de la selva amazónica colombiana, una Torre de Babel. Indígenas de lenguas, países y etnias diferentes descubrieron en el cine un lenguaje común para narrar su propia historia lejos de la mirada foránea.

En San Martín de Amacayacu, se juntaron por primera vez los pueblos Matis de Brasil y los Tikuna de Colombia. Fue un viaje de siete días por ríos torrentosos y caminos imposibles.

Resueltos a narrar sus propias historias, los matis consiguieron dos cámaras en 2015 gracias a la Fundación Nacional del Indio y aprendieron a filmar con el apoyo del Centro de Trabalho Indigenista de Brasil (CTI).

Ahora quieren que las comunidades del otro lado de la frontera también se narren a sí mismos.

«Hoy en día no queremos que los blancos vengan a filmar», dice a la AFP Damë Bëtxun Matis, de 27 años.

Un matis de rostro tatuado imparte instrucciones sobre cómo enfocar una videocámara. Se comunican en una mezcla de español, portugués y lenguas originarias.

Desde que los llamados «hombres jaguar» llegaron a este pueblo colombiano de unos 700 habitantes todo es «satisfacción» y «curiosidad», cuenta Lizeth Reina, una tikuna de 24 años.

«Nosotros no sabíamos manejar una cámara, entonces lo que hacen es mostrar su experiencia, brindando conocimientos y perseverancia (…) estamos muy felices por ese paso que estamos dando por primera vez», sostiene en español la joven aprendiz.

Una decena de matis salieron desde sus tierras en el Valle del Yavarí, desangrado por las mafias del tráfico de droga, pescado, minería y madera.

El periodista británico Dom Phillips y el indigenista Bruno Pereira fueron asesinados a tiros el 5 de junio en ese territorio, más grande que Austria, en el que se concentra la mayor cantidad de comunidades en aislamiento voluntario en el mundo.

«No es fácil llegar hasta aquí, se sufre un poco pero es muy emocionante», afirma el cineasta Pixi Kata Matis, de 29 años, también tatuado la cara como felino, lo que distingue a esta etnia contactada en 1976.

 

Miembros de los pueblos indígenas Tikuna y Matis editan un documental con el apoyo de una asociación francesa el 14 de octubre de 2022 en San Martín de Amacayacu, en la Amazonía colombiana. Fuente: Lina Vanegas  AFP

– Cine selvático –

De mano en mano pasa una totuma rebosante de masato, una bebida fermentada a base de yuca. Los visitantes beben entre muecas y las carcajadas de los tikunas.

En la maloca, el centro cultural, político, social y espiritual, comienza la proyección de las películas matis.

Cientos contemplan deslumbrados cacerías con cerbatanas, arcos y flechas, también la fiesta del tatuaje, un ritual que acompaña el tránsito de los jóvenes matis a la edad adulta.

«Tenemos que mostrar a otros pueblos y a los blancos que nosotros tenemos nuestra identidad», asevera Pixi junto al río Amazonas.

Las escenas inspiran «respeto», coinciden los tikunas.

Las películas «pueden ayudar para que queden recuerdos para el futuro (…) que no nos olvidemos nuestras tradiciones», comenta en español Yina Moran, de 17 años y nacida en San Martín.

Divididos en grupos mixtos, los tikunas se proponen hacer tres cortometrajes sobre semillas, plantas medicinales y masato con el apoyo de los matis, el CTI y la asociación francesa ForestEver.

«Las cámaras se hundieron en el paisaje y las familias estaban más dispuestas a compartir y a comunicarse», observa Claire Davigo, coordinadora de ForestEver.

– Reporteros extranjeros –

Un exuberante parque natural rodea a San Martín de Amacayacu. Casas de madera y techos de zinc, algunas de murales coloridos, albergan varias generaciones de una misma familia.

Aprendices y experimentados pasan el día haciendo entrevistas y registrando la cotidianidad del pueblo.

«La comunicación fue muy hermosa, porque nos entendemos aunque casi no hablamos portugués, pero nos entendemos a través de nuestras culturas», apunta Yina.

En la tarde, cuando el bochorno cede, los lugareños se dan cita en el río, las mujeres lavan ropa y otros toman un baño. En la noche prenden generadores de energía por cuatro horas.

Entonces se apaga la música y comienza el mundo sonoro de la selva.

Los matis fueron contactados en los setenta y una década después ya eran «las estrellas de reportajes exóticos» realizados por periodistas de Estados Unidos, Japón, Francia e Inglaterra, según el CTI.

Los extranjeros quedaban cautivados por sus figuras ornamentadas: orejas perforadas con gruesos adornos; narices y labios atravesados por finas varillas; mejillas y frentes tatuadas con líneas negras y paralelas; collares, brazaletes y otras joyas en el resto del cuerpo.

«Muchas personas querían ir a la aldea, fueron muchas veces, filmaban sin nuestra autorización, sin nuestra comprensión, y después se llevaban el material» sin compartirlo, lamenta Pixi.

Por eso en 2017 los matis empezaron a escribir su propia historia.

– Documental premiado – 

Desde que llegó a San Martín, Damë no ha soltado su cámara.

El cineasta participó en la realización del documental ‘Fiesta del tatuaje Matis’, que ganó el premio del jurado en el festival de cine indígena Kurumin en 2021.

La película muestra la tradición de marcarse el rostro, que abandonaron los jóvenes cuando comenzaron a ser discriminados en las ciudades.

Pixi convenció a la comunidad de retomar este ritual, luego de que un universitario lo increpara en público porque no le parecía un «indígena original» sin los tatuajes.

Unos 90 jóvenes de las cuatro aldeas matis se tatuaron y quedaron inmortalizados en video por sus pares cineastas.

«Me gusta mucho la aldea de los tikuna (…) me gustó mucho hacer este intercambio audiovisual», dice Bëtxun con un largo collar cruzado sobre el torso desnudo.

La última noche en San Martín cientos de pobladores acuden a la maloca para ver los cortometrajes realizados por los jóvenes tikuna con la ayuda de los matis.

Risas, aplausos y mucho masato acompañan la proyección. Cuando se le pregunta a Pixi si le afecta este vivir entre dos mundos, uno occidental y otro indígena contesta tajante: «No vivimos entre dos mundos, vivimos con dos mundos».

Guardianes de la Amazonía lanzan propuestas en la COP27

Guardianes de la Amazonía lanzan propuestas en la COP27

Enfrentar el cambio climático es una prioridad mundial y así lo manifiestan los pueblos indígenas de Suramérica en países como Colombia, Brasil, Venezuela y Perú.

Durante la Conferencias de Cambio Climático de las Naciones Unidas COP27 los indígenas manifestaron la urgencia de aportar fondos para lograr este objetivo. Las comunidades indígenas piden también que se reconozca su conocimiento ancestral para frenar el cambio climático. Para lograr este objetivo crearán agencias administrativas destinadas a la protección de los bosques.

Según un informe de Rainforest Foundation Norway entre los años 2011 y 2020 los pueblos indígenas y las comunidades locales lograron recibir sólo el 1% dw la totalidad de los recursos que fueron destinados para la protección de la Amazonía. Según Julio César López Jamoy, coordinador general de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (OPIAC). “La presencia llega hasta las ciudades capitales, pero a lo que hemos denominado la Amazonia profunda, donde están muchos de los pueblos indígenas, no llega nada. Nosotros somos quienes hemos generado nuestros sistemas de conocimiento, de salud, de educación y de Gobierno” afirmó.

Esto preocupa porque cada año se promete una suma generosa por parte de los países asistentes a la COP para precisamente contribuir al desarrollo de proyectos productivos que permitan la conservación de este importante pulmón de la tierra. Durante la COP26 realizada el año pasado en Glasgow los gobiernos de países como Estados Unidos, Noruega, Alemania, Holanda, Reino Unido y 17 inversionistas privados se comprometieron con la suma de 1.700 millones de dólares entre 2021 y 2025 para el apoyo a comunidades locales e indígenas en temas de cambio climático. El inconveniente principal sin duda es que no se plantean las vías en qué estos fondos serán entregados de manera clara.

Frente a esta problemática según los explica Francisco von Hildebrand, presidente de la Fundación Gaia Amazonas, la idea es crear agencias administrativas interculturales en distintos niveles en el que participen personas que conozcan no solo cuáles son los requisitos para acceder a estos recursos, sino cómo administrarlos y ejecutarlos. El último punto de estos acuerdos estará en manos exclusivas de los indígenas por medio de las diferentes organizaciones, fundaciones, y autoridades indígenas de toda la región amazónica.

Para Isai Victorino, líder de conservación basada en comunidades de la organización no gubernamental The Nature Conservancy (TNC), se debe realizar un seguimiento y acompañamiento a los distintos gobiernos nacionales, “ para articular las diversas formas de financiamiento enfocado en los indígenas para todo lo que tiene que ver con recursos del cambio climático”. Se trata de garantizar que la plata llegue a las comunidades y que se ejecuten de manera efectiva en herramientas esenciales como los planes de vida.

“Nuestros planes de vida, estén escritos o no, son similares a los planes de desarrollo de un país o un municipio. Pero para nosotros no es solo un instrumento que nos permite planificar o administrar, sino en el que dejamos contemplada parte de nuestra visión, la ley de origen y nuestros conocimientos, nuestra cultura”, manifiesta López Jamoy, líder Indígena del pueblo Inga en el Putumayo.

Indígenas Wayús viven tragedia en medio de fuertes lluvias

Indígenas Wayús viven tragedia en medio de fuertes lluvias

Indígenas en la Guajira se han visto afectado por la fuerte ola invernal que vive esta zona del país. Algunas de las zonas más afectadas son Maicao, Riohacha y Uribia. 

De igual forma se registró un importante colapso en diferentes sectores de Maicao, “Colapsaron las aguas de escorrentía de los arroyos Parrantial y Majupay, esto generó emergencias en diferentes sectores de Maicao, así lo indicó el coordinador de Gestión de Riesgo y Desastres de Maicao Luis Enrique Ramírez.

Esta fuerte ola invernal ha dejado en Maicao 7.800 familias afectadas en 65 barrios y 37 asentamientos informales. Son alrededor de 120 comunidades indígenas wayús que reportaron afectaciones como pérdida de cultivos y animales. Según las autoridades de la zona está cifra aumentaría por la complicada situación que viven los asentamientos informales.

Algunos de los barrios que han presentado mayor número de afectaciones por la ola invernal son Villa Fátima, Nuevo Horizonte, Caribe, El Triunfo, El Prado, Villa Campo Alegre, la Mano de Dios y 31 de Octubre, junto a más de 22 comunidades indígenas como Cangregito, El Pasito, Sutmuin wayú, Cucurumana, entre otras.

Steffanie Atencia, coordinadora de Gestión del Riesgo de Desastre Departamental aseguró que se hicieron entrega de tres motobombas al Distrito para ayudar con la evacuación del agua de forma rápida en las comunidades de Cangregito y El Pasito, afectadas por el desbordamiento de uno de los brazos del río Ranchería. En Uribia, las afectaciones se registran nuevamente en la Alta Guajira, debido a la saturación de los suelos y a que los arroyos no se han secado.

Las Autoridades manifiestan que llegan con mucha dificultad a algunas zonas de la Alta Guajira, debido al gran deterioro de las vías. Se registra la imprudencia de los conductores que tratan de atravesar los arroyos cargados de alimentos y salen afectados por la corriente. 

¿En qué se ha invertido el dinero prometido a los indígenas para la protección del Amazonas?

¿En qué se ha invertido el dinero prometido a los indígenas para la protección del Amazonas?

Según una reciente investigación que analizó los  22 planes de acción de los donantes. Encontró que 2021, los donantes desembolsaron $321.629.748, es decir, el 19 % de los 1.700 millones de dólares prometidos en la COP26.

El año pasado líderes mundiales e inversionistas privados en medio de la cumbre de cambio climático COP 26, se comprometieron a contribuir a las comunidades indígenas y así puedan proteger los bosques tropicales durante los próximos cinco años. Para lograrlo, los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Noruega, Alemania, Holanda y 17 inversionistas más invirtieron 1.700 millones de dólares.

Forest Tenure Funders Group, un grupo de trabajo creado para coordinar los esfuerzos y ver el cumplimiento del objetivo, analizó cómo y cuándo llegarán los recursos a las comunidades indígenas y a las locales.

Según explicaron en el documento, algunos donantes ya han asignado fondos que se comprometieron a proyectos existentes o canales de entrega. De hecho, añadieron, “solo una parte de los 1.700 millones de dólares se gastará en nuevas iniciativas, pero, en algunos casos, puede haber oportunidades para ampliar el apoyo directo a estas comunidades dentro de los proyectos existentes”. Es un compromiso que dicen, esperan cumplir antes de 2025.

Los investigadores además explicaron en qué se ha destinado el presupuesto: un poco más del 80% se ha designado a desarrollar la capacidad de estas comunidades; un 5 % para promover el cambio sistémico, por medio de la reforma nacional de la tenencia de tierra o bosques; un 50% se entregó a organizaciones no gubernamentales que se encargan de entregar los recursos; y solo un 7% llega directamente a los indígenas.

Algunas de las recomendaciones de esta investigación aseguran que para 2023, los financiadores deben aumentar el apoyo al fortalecimiento de capacidades y utilizar las vías y organizaciones de financiación más directas. “También deberían distribuir sus contribuciones de manera más uniforme entre las regiones tropicales, de lo contrario, las crisis globales gemelas del cambio climático y la extinción de la biodiversidad podrían superar el punto de no retorno.