La proyección que hoy entrega el Banco Mundial del Producto Interno Bruto (PIB) sería de 3.3% para Colombia en el 2019, sin embargo, por otro lado, es importante precisar que la misma entidad recortó estimación de PIB de América Latina y el Caribe (excluyendo a Venezuela) en un 0,8% para el mismo año.

Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe menciono que luego del rápido crecimiento derivado de los altos precios de las materias primas en la primera década del siglo XXI, la región en este momento se encuentra en una etapa de bajo desempeño, igualmente, afirmo que los años de precios elevados para las materias primas quedaron claramente atrás y que ahora se deben concentrar en áreas como la integración comercial para impulsar la productividad de la región.

Los países de la subregión del Pacífico, así como de América Central y el Caribe, seguirán experimentando un crecimiento más veloz, en promedio, que los países del Atlántico. Las economías más grandes de la región tuvieron que enfrentar recesiones, turbulencias macroeconómicas o una desaceleración en el crecimiento.

Por otro lado, las perspectivas a corto y mediano plazo nos son particularmente alentadoras. El nivel de las exportaciones ha sido relativamente bajo y el reducido espacio fiscal deja poco margen para estimular la demanda interna. La recesión argentina se profundizará antes de que comience la recuperación, mientras que se espera que continúe la desaceleración en México. Así mismo, un freno en la economía mundial podría hacer que estas perspectivas se deterioren aún más.

El informe reveló, además, cómo la integración relativamente baja de la región al comercio internacional y a las cadenas de valor globales ha dificultado el crecimiento. Esta escasa apertura económica es el resultado de políticas que condujeron a un mayor nivel de restricciones comerciales que en la mayoría de las regiones en desarrollo.

Durante décadas, los países de América Latina y el Caribe se enfocaron en acuerdos comerciales preferenciales como forma de impulsar su integración internacional. Sin embargo, la inmensa mayoría de estos acuerdos fueron intrarregionales. Recién en los últimos años se han vuelto más comunes los acuerdos Sur-Norte, particularmente en los países del Caribe y el Pacífico.

Rama finalizo afirmando que “todos los acuerdos comerciales preferenciales derivan en un mayor nivel de comercio bilateral, pero solo los acuerdos Sur-Norte pueden aumentar la complejidad económica de los países en desarrollo signatarios. Igualmente, los acuerdos Sur-Sur suben las tasas de crecimiento solo de forma marginal, mientras que los acuerdos Sur-Norte tienen un impacto significativo sobre el crecimiento”.

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