El Gobierno Nacional sigue avanzando en la logística para recibir y distribuir la vacuna del covid-19, por lo que hoy reveló que se han adquirido 44 ultracongealdores para las 7 ciudades que tendrán ultracongelacion para el almacenamiento de la vacuna de Pfizer, que en el caso del mecanismo Covax, no será distribuida por la farmacéutica.

“Para tal caso, disponemos de una bodega central a donde llega la vacuna del aeropuerto El Dorado, con todos los esquemas de ultracongelación, de ahí se distribuye a ocho bodegas de ultracongelación: la que está en la Zona Franca en Bogotá, la de la Secretaría de Salud de Bogotá, la de Medellín, la de Cali, la de Barranquilla, la de Bucaramanga, la de Cartagena y Pereira”, expresó el viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis AlexanderMoscoso Osorio.

Una vez las vacunas estén en las bodegas regionales, de acuerdo con el esquema determinado, se hace la distribución a cada una de las bodegas locales o a los puntos de vacunación.

“Hay que recordar que desde el momento que están en los puntos de vacunación, disponemos de cinco días con refrigeración de 2 a 8 grados centígrados. Entonces es muy importante para esta logística la asignación de las citas, que son personalizadas a población priorizada con horario y sitio”, dijo el funcionario, añadiendo que una vez se programe, la persona debe cumplirla.

De esta manera, en una logística compleja de 2.900 puntos de vacunación, 7.920 vacunadores y una capacidad para vacunar al día a 177.200 personas, se llevará la vacuna a cada uno de los 34 millones de colombianos priorizados.
Logística

En otros detalles de la logística, Moscoso Osorio especificó que la vacuna de Oxford-AstraZeneca, sigue los principios de la logística tradicional. “Desde el punto de despacho llega en avión con destino al aeropuerto El Dorado. De ahí se baja en contenedores debidamente preparados, se lleva a las bodegas centrales del Ministerio y en ese mismo sitio se hace el proceso de nacionalización de la vacuna”, detalló.

Dicha bodega tiene el rededor de 2.000 m² contemplado en tres espacios: un espacio de área seca para almacenar jeringas, diluyentes y medicamentos; uno de congelación con refrigeradores de 2 a 8°C; y un ultracongelador de 20°C utilizado para la vacuna de polio.

“Esta bodega central permite el almacenamiento de 50 millones de vacunas con todos los mecanismos de seguridad. De ahí se va en transporte debidamente refrigerado a los departamentos y los distritos”, especificó el viceministro, añadiendo que hoy existen 37 bodegas de almacenamiento de vacunas en el país, certificadas por la OPS y el Invima.

De esas bodegas de los departamentos, salen las vacunas refrigerados a las IPS, donde igualmente hay una cadena de frío que se mantienen hasta el momento de aplicación en la persona.
Respecto a la vacuna de Pfizer adquirida por mecanismo bilateral, el Gobierno Nacional dispuso una logística distinta. La vacuna llega al aeropuerto El Dorado desde las plantas de Estados Unidos o Bélgica a un punto determinado por el Ministerio de Salud.

Al respecto dijo el viceministro, “Pfizer dispone de unos contenedores debidamente refrigerados que coloca desde el punto de despacho hasta el punto donde nosotros le determinemos -bien sea a las bodegas territoriales o las IPS-, desde ahí se pueden almacenar durante cinco días a 2 a 8°C y allí se hace el proceso de aplicación a todos los usuarios”.
Vacunarse, un acto responsable en su intervención en el programa Prevención y Acción de la Presidencia de la República, el viceministro indicó que aplicarse la vacuna contra el covit-19 es conveniente para proteger la salud de todos, además de ser un acto responsable para mitigar la pandemia.

“La vacunación no puede ser un proceso obligatorio, pero sí es un acto necesario para proteger la salud. La vacuna inmuniza, pero además ayuda a la población en general en eso que se llama la inmunidad colectiva. Si todos nos vacunamos vamos a adquirir esa inmunidad de rebaño”, dijo Moscoso Osorio.

Por eso desde el Ministerio de Salud y Protección Social, se empieza a diseñar un programa de información muy claro, con todos los temas asociados a la vacuna, para que todas las personas tengan la confianza de su aplicación y la seguridad de esta.

De esta manera se busca alcanzar el objetivo de vacunar a 34 millones de colombianos, siguiendo el plan de los grupos priorizados. “La vacunación pretenden disminuir la mortalidad, pero también la severidad de la enfermedad”, indicó Moscoso, precisando que una vez la persona esté vacunada, tendrá que seguir usando el tapabocas.

Recordó el viceministro que las personas que ya adquirieron la enfermad no son una prioridad en la vacunación, ya que éstas ya alcanzaron un grado de inmunidad importante. “Ellos ya tienen el efecto inicial que se pretendía con la vacuna, sin embargo, estamos buscando y estamos evaluando hacia futuro esta vacunación y esperando tener mejor evidencia”, indicó.

Principios de vacunación

A su cierre, el viceministro de Salud explicó los principios sobre los cuales el Gobierno Nacional definió el plan de vacunación de los colombianos.
• Beneficencia: entregar desde el Gobierno Nacional una vacunación completamente gratuita.
• Solidaridad: priorizar a la población vulnerable de contagio por las condiciones de riesgo, como adultos mayores, personas con enfermedades preexistentes y trabajadoras de la salud
• Equidad y justicia: vacunar a toda la población sin distinción social.
• Transparencia: brindar información clara y oportuna de todo el proceso
• Progresividad: generar crecimiento y cobertura paulatina
• Interés general: respetar el interés general sobre el particular para lo cual se necesita el apoyo de todas las autoridades competentes como de la sociedad en general.
• Eficacia: cumplir a cabalidad y de forma adecuada el plan de beneficio para todos los colombianos.

“Estos siete principios que hacen parte del plan nacional de vacunación contra el covid-19 y todo el esquema de priorización, determina las estrategias para llegar a la logística y la distribución de la vacuna”, explicó Moscoso, añadiendo que Colombia tiene la experiencia en vacunación desde la implementación del PAI en 1980, con la cual se han atendido eventos de salud pública como la difteria, el tétano, la tosferina, la poliomielitis, el sarampión, la tuberculosis, entre otras enfermedades.

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