A un año de cumplirse el asesinato de Freddy Mauricio Palacio Espinosa, ocasionado por una venganza de sus familiares las autoridades lograron resolver el caso gracias a la ayuda de ciudadanos a través de Twitter.

El caso ocurrió en 2021 cuando Freddy Mauricio Palacio Espinosa, un colombiano de 50 años, que trabajaba como agente inmobiliario fue encontrado muerto en la calle de Sierra Toledana, de Vallecas (Madrid).

Este hombre murió a golpes por familiares que llegaron a su casa para robarle el dinero de la caja fuerte por encargo de una prima y de su marido, ambos colombianos.

Las autoridades convocaron a la ayuda de cientos de twitteros por medio de Hashtags. Este hecho es más conocido como  el crimen de la etiqueta, luego de que los agentes de Homicidios y el gabinete de prensa de la Policía Nacional difundieran en redes sociales la imagen de una etiqueta naranja que fue encontrada en la casa de Palacio Espinosa, la cual mostraba el nombre de Super Bazar y el precio de un producto adquirido allí, en menos de un día, los agentes lograron obtener la información del comercio que estaban tratando de localizar. La colaboración de la ciudadanía se solicitó a través del perfil de Twitter @policia. En cuatro horas, el mensaje tuvo 6.800 retuits y se recibieron 200 correos apuntando bazares por toda España. Poco después, recibieron un mensaje que señalaba a un comercio en Parla, lo que le permitió a los agentes revisar las cámaras de seguridad y localizar a los sospechosos.

El resultado final del caso fue nueve personas implicadas en la muerte violenta del sujeto entre los que se encuentran  dos familiares directos de la víctima, quienes para vengarse de él, contactaron a unos intermediarios para que acudieran a la casa y le robaran el dinero de la caja fuerte, también lo torturaron en medio del saqueo. Según la información suministrada lo ataron de pies y manos, lo golpearon y lo cortaron, las cuatro personas que se presentaron en la casa del asesinado dejaron a su paso una caja de guantes, una cinta americana y unas bridas, a las cuales pertenecía la etiqueta.

Tras la identificación se realizó un operativo que transcurrió en tres fases los días 2 de junio, 14 de junio y 7 de julio, en estos se logró la detención de las nueve personas implicadas en el crimen. Seis de ellas se hicieron presentes como presuntos partícipes de un delito de homicidio, robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal, y los otros tres arrestados fueron acusados de los delitos de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal.

 

 

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