Durante el trascurso del año, se ha estado presentando un aumento de las amenazas de los grupos armados en contra de las comunidades indígenas de Risaralda. Quienes denuncian, no solo estar atrapados en medio de la confrontación armada, sino también estar expuestos insistentemente a la incursión ilegal en sus territorios. Siendo el desplazamiento, como reclutamiento forzado de los menores indígenas, la presión para que incursionen en los cultivos ilícitos, las consecuencias directas que acarrea la presencia de estos grupos al margen de la ley que operan en la zona.

“Nuestras comunidades se han comenzado a desintegrar por el temor. Le hacemos frente a través de nuestras guardias, pero es ineficaz, pues acá funciona la ley del monte. No podemos argumentar contra la guerra pues nos matan, nos silencian, nos tienen contra la espada y la pared. Estamos viviendo una situación insostenible para nuestras comunidades que estamos en medio del fuego, propensos a la muerte, a seguir siendo abusados en nuestros derechos, a que nuestros hijos sean llevados a las fuerzas por estos grupos armados que se la pasan acá, como pedro por su casa”, expresó un vocero de la comunidad Embera Chamí, quien ha pedido se le guarde su identidad.

Y es que estas nuevas amenazas han surgido contra lideres indígenas por parte de grupos armados que ejercen control en los municipios de Pueblo Rico y Mistrató. En donde los indígenas que defienden los intereses de la comunidad, sus territorios, han sido abordados dentro y fuera de los resguardos. Tratando de callar las denuncias de quienes se han atrevido a hablar a los medios sobre las amenazas a las cuales son expuestos, como también los reclutamientos a los que han sido obligados sus hijos. Todo esto ha conllevado que, durante esta semana, a algunos se la hayan dado un ultimátum, de abandonar la zona, queriendo con ello que se sumen a la lista de desplazados de la comunidad que se ha visto minorizada por estos casos que cada vez van en aumento.

El gobernador indígena del Resguardo Unificado Embera Chamí, Raúl Guasiruma, del municipio de Pueblo Rico, ha sido uno de los líderes quienes han sido amenazados por parte de estos grupos armados, quienes le abordaron en su casa en donde le notificaron, con improperios una intimidación de muerte, para evitar que continúe hablando al respeto de lo que sucede en sus comunidades, tras el avance de las operaciones del accionar delincuencial, en el que se desarrolla entre otras el narcotráfico.

“Cuatro hombres llegaron a preguntar por mí. Estas personas tenían la cara maquillada y no se reconocía quienes eran y después mencionaban que, si allí teníamos cofres, lo que nosotros conocemos como ataúd; esto lo interpretamos como amenazas”, detalló.

El secretario general del Consejo Regional Indígena de Risaralda, Ancizar Hiupa, quien esta al tanto de los que sucede en las comunidades indígenas de Puerto Rico y Mistrató, testifica que esta problemática, aunque no es nueva, si se ha visto aumentada, en cuanto a los efectos de desplazamiento, amenazas y reclutamiento de menores indígenas, siendo estos grupos armados disidentes de las Farc como miembros del ELN.

 

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