Al igual que de decorativo es el Pacto por la Amazonía, como otros mucho refrendados por Colombia, que tan solo parece hacerlo por acto protocolario, como para quedar bien ante la comunidad internacional. Dónde sacan pecho por su “gestión heroica” que, si siguieran el proceso fracasado de su accionar, se darían cuenta de su no asertividad que, siendo más preciso, es ofensiva. Pues trasgrede y usa a los indígenas, de los cuales parecen no solo menospreciar sino tener como sus arlequines en sus eventos y demás, donde son convocados supuestamente para exaltarlos y desarrollar procesos para “su bienestar”, lo cual es una falacia que bien ya es hora que los pueblos indígenas dejen de creer y caer en un juego macabro de menosprecio y utilización.

Y es que este bochornoso acto, sucedió durante la presentación del Pacto por la Amazonía, en donde se reunieron los nueves países de Latinoamérica que conforman dicho bioma, que alberga el 40% de la selva tropical del mundo, 6,7 millones de kilómetros cuadrados, en la cual se dieron cita con el fin de refrendar el tratado. Que no es más que un mar de letras sin sentido al carecer del aval de los pueblos involucrados que según la organización no gubernamental Survival International, en la Amazonía vive cerca de un millón de indígenas divididos en cerca de 400 pueblos. Los cuales tiene su propia territorio y cultura, y habla su propia lengua.

Y es que creyeron que, con el simple hecho de invitar a una comunidad indígena al evento, era más que suficiente para darle un estado de legitimidad, al haber tenido la gentiliza estratégica y mezquina de convocarlos a la exposición de dicho pacto, como espectadores, extras para el show. En donde fueron convocados no para hacerlos participe de lo que ahí se estableció, no teniendo incidencia alguna como hubiera sido lógico ya que ellos son los que conocen sus necesidades, pero este pacto de escritorio, entregado por encomienda a alguien o algunos que no saben ni donde están parados, pues como dicta el refrán: “sabrá más de maternidad de gallinas… que de la realidad de los pueblos de la amazonia. Aunque saldrían a su defensa, mostrando estadísticas, la supuesta seriedad de dicho pacto, dirán que investigaron a profundidad, que esto y aquello, pero hay que ser francos aunque duela, pero aunque se hayan esforzado, ¡metido el hombro!, no son más  que excusas pueriles y ridículas al no actuar con lo mínimo para una investigación de esta magnitud, que dio como resultado un pacto irrisorio que de vez de llamarse Amazónico, debería llamarse “Pacto para Sacar Provecho por la Amazonia” y les sugeriría un lema el cual es muy diciente para el caso y les cae como anillo al dedo, que sería: “Avanzando vamos como los leñeros, tumbando la sabiduría de los ancestros como si fueran arboles”. Es más, hasta un lindo himno les compondría.

“No nos tuvieron en cuenta para firmar este pacto, aunque mencionaron nuestro nombre. Eso hizo falta, para mí sería mejor que escucharan la voz de los indígenas antes de tomar decisiones«, advirtió con frustración Elisio Zafiama Moreno, perteneciente a la cultura Murui Muina, quienes fueron invitados tan solo como para aparentar que dicho pacto contaba con la aprobación de ellos como de los pueblos que conforman la amazonia, un espejismo que han sacado a relucir a los medios aliados que trabajan como bueyes arrastrando sus aperos en sus contenidos corruptos.

Pero hay que ver con lupa todo este «heroico y digno proyecto», que en primer lugar es una cortina de humo, como de igual manera oportunista, sacando provecho mediático por el tema de los focos de incendios que hace poco se presentó en la Amazonia , en el cual mas de uno pescó  sobre el río revuelto, entre ellos Duque, que incitado por tal vez por sus asesores, acomodó su agenda e improvisaron rápidamente este Pacto por la Amazonia, en el que moviendo influencias y metieron rápidamente a presidentes y demás. Esto, con el objetivo de quedar bien ante el evento que se aproxima el 23 de septiembre, donde se dará la cumbre sobre la Acción Climática en nueva York, en el que él pretende, acompañado de sus amigos dirigentes, mostrarse ante el mundo como unos abanderados del medio ambiente. Todo este desparpajo de preocupación argumentado en un pacto, que será expuesto ante la presencia de lideres de la economía mundial, miembros de la sociedad civil , 1.500 jóvenes de todo el mundo que fueron convocados a escuchar unas cuantas mentiras como esta realizada en Leticia, que bien se pretende  ser aplaudida por representantes de más de 50 países, como 60 jefes de estado. Toda una antesala oportuna para demostrar lo que no hacen ni son, pues basta ver, (disculparan al utilizar un mal ejemplo) al presidente Duque, que parece encabezar con sus políticas anti-ambientales una orda de criminalidad para el ecosistema de un país, que en el 2017 perdió  más de 219.000 hectáreas de bosque, siendo un área mayor al tamaño del departamento de Quindío y se calcula que cada hora se pierden 25 hectáreas de bosque.

Y es que, en la exposición del Pacto de la Amazonia, en la que se estableció 16 puntos que supuestamente busca el bienestar de el bioma universal y las comunidades indígenas ahí presentes. Los indígenas fueron “invitados de honor”, pero, ¡para entretenerlos!, siendo el show central en la hora del almuerzo, con una demostración de sus danzas y rituales tradicionales, ante la mirada complaciente de presidentes y altos dignatarios, que estaban presentes en un aula especial de la Universidad Nacional de la capital del Amazonas. Ahí se realizó tal acto de crueldad, viéndose una escena romanesca en la que los indígenas fueran expuestos en la plataforma improvisada que más bien se asemejaba al coliseo romano, en donde se soltaron al sonar de las copas burbujeantes de vinos,  las fieras gubernamentales quienes se regocijaban con las danzas de sus invitados, que bien sintieron (los indígenas) hacían movimientos más acorde a una lucha incomoda por sobrevivir en una atmósfera de menosprecio e indiferencia, a la que se enfrentaron.

«Mis compañeros estuvieron parados como la bandera y luego los llevaron al almuerzo para que hicieran el show de entretenimiento para los invitados. Me parece una falta de respeto que, como autoridades, que, como pueblos, nos traten de esa manera. Trajeron a varios abuelos para hacerles protocolo de los presidentes, pero nunca les pidieron que tomaran la palabra. Tampoco les explicaron de qué se trataba cada punto del acuerdo», aseguró Nelly Kuiru, comisionada nacional de los Pueblos Indígenas de la Macroamazonia quien agregó con contundencia: “A eso se resumió su participación en el pacto», refiriéndose a la presentación de las danzas del pueblo indígena Murui Muina.

Y que decir ante todo esto, sin ser mas extenso, bien no queda más que escribir con letra en mayúsculas: INDIGNACIÓN.

Nota escrita por: Juan David López

 

 

 

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