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Un exitoso proyecto de sostenibilidad ambiental en Antioquia ha logrado reducir significativamente la minería informal en la región, brindando a 200 familias la oportunidad de legalizar sus procesos de extracción. Este proyecto innovador, liderado por la multinacional Arisming, ha permitido a los pequeños mineros trabajar de manera legal y sostenible, sin utilizar mercurio ni tener vínculos con actores armados.

Durante años, las poblaciones de Segovia y Remedios en Antioquia dependieron de la minería informal para su sustento, enfrentando numerosos desafíos ambientales y sociales. Sin embargo, la llegada de Arisming, que adquirió los derechos comerciales de Gran Colombia Gold, trajo consigo una visión transformadora. La empresa se comprometió a incluir a los pequeños mineros como socios en el proceso, marcando un hito en la industria.

El proyecto piloto, conocido como Sociedad Minera SK-37, ha sido un éxito rotundo. Gracias a esta iniciativa, los pequeños mineros han obtenido participación en la producción mineral y trabajan en colaboración con la compañía multinacional. Comparten maquinaria, tecnología y conocimientos, asegurando que la extracción se realice de manera responsable, sin dañar el medio ambiente.

Este modelo, concebido a principios de año, fue presentado al Gobierno Nacional en el Palacio de Nariño y obtuvo un respaldo entusiasta. El Ministerio de Minas y el gobierno corporativo de Arisming se unieron a los mineros para formalizar y supervisar el proceso. Carlos Mario Márquez, director del programa de formalización Sk-37, afirmó: «Este proyecto es ejemplar para aliviar las necesidades de los municipios y sus pobladores».

El proyecto se desarrolla en un área de 17 hectáreas en la Mina Sandra K, en el Municipio de Segovia, Antioquia. Las acciones están respaldadas por el registro privado a perpetuidad 14001, lo que garantiza su compromiso con la sostenibilidad a largo plazo.

Un momento de celebración llegó cuando se otorgaron diplomas a las primeras doscientas personas que participaron en el proyecto. Entre ellas se encuentran mujeres jefas de familia, jóvenes en situación de alto riesgo social y adultos mayores. Estos diplomas certifican su participación en un proceso minero 100% legal y amigable con el medio ambiente, proporcionando un nuevo camino hacia la sostenibilidad y el bienestar para estas comunidades.

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