Impactantes imágenes recorren las diferentes redes sociales, en donde niños indígenas y familias enteras, se han visto obligados a consumir de lo encuentran en la basura, para así sobrevivir.

Los menores de edad de la comunidad Amorúa, ubicada en Puerto Carreño, Vichada, son los protagonistas de esta lamentable noticia que convoca la indignación. Los infantes se han visto obligados a ejercer esta tarea, con la cual aún proveen para sus hogares. Y es una situación que desde hace más de un año viene presentándose sin que aún se desarrolle un plan de atención para dicha población, la cual se reconoce como prioritaria no solo por su condición sino al ser niños e indígenas.

“No es algo nuevo, pero si una situación triste e indignante que se ve en aumento todos los días. He sido aun testigo de niños que en medio de su búsqueda desesperada cada jornada, caen desmayados en medio del inclemente sol. Muchos padecen de diferentes enfermedades de la piel, gastrointestinales y demás por tal situación, la desnutrición es evidente y hay casos crónicos y las muertes pese a ingerir lo que encuentran, es una constante en sus comunidades” agregó Felisto Gonzales vecino del sector quien además apuntó “Lo que más entristece no es tanto la situación de estos menores indígenas, sino la mirada apática de las autoridades y aún de los locales, que hacen como que aquí no pasa nada.  Pero lo que da mas rabia es que si van ahora y le preguntan, así sea al Secretario de Gobierno, sacaran pecho y dirán que están ejecutando acciones, lo cual si fuera así nunca se han visto reflejadas, mas que su indolencia e indiferencia en este caso que es vergonzoso, doloroso”.

Según pobladores del sector, no solo entre los infantes indígenas hay miembros de la comunidad Amorúa, sino también niños y adultos de nacionalidad venezolana pertenecientes a diferentes comunidades indígenas del vecino país, que huyendo de la situación y no encontrando trabajo o sustento, también se han visto obligados a ejercer esta práctica indignante de supervivencia.

“Hace mas de 4 meses que estamos acá y nos cansamos de aguantar hambre, acá nos rechazan, hasta nos golpean, nos niegan un baso de agua, estoy muy triste y me siento débil” expresó entre lágrimas un menor indígena a quien guardamos su identidad, el cual emigro a Colombia con seis miembros más de su familia. “Mi hermanita de 2 añitos murió hace un par de semanas, ¡murió de hambre! y no pude hacer mayor cosa aunque le llevaba lo poco que encontraba, deseaba a veces no comer para que ella si lo hiciera, pero la maluca se lo llevo (la muerte), y nadie, ¡nadie! fue capaz de darme comidita para ella aunque con desespero se lo pedía a la gente, pero me empujaban, me lanzaban al suelo, me trataban mal”.

El alcalde del municipio de Puerto Carreño, se pronunció respecto a este tema y dijo que luego de «unas quejas de la Defensoría del Pueblo y a una petición de Alcaldía y Gobernación hicieron presencia más de 30 funcionarios del Gobierno Nacional y se creó un plan de atención integral para esta población indígena, pero ese plan de atención no es a corto ni a mediano, es a largo plazo. Necesitamos que nos ayuden, no tenemos recursos suficientes».

Este panorama no es exclusivo de este sector del país, sino que lamentablemente es una imagen recurrente en diferentes partes de territorio nacional. En donde aún se vive con más intensidad esta situación que se desarrolla ante la mirada indiferente de muchas personas. Que solo parece evidenciar la gravedad del asunto cuando solamente es expuesta en medios de comunicación de alto impacto. De lo contrario, todo hubiera seguido igual, y tanto las personas que hoy alzan su voz, como el gobierno y las autoridades no intervendrían si no se hubiera denunciado esta situación que hoy convoca a solidaridad, presionando a los gobernantes para que accionen mecanismos no solo de protección sino de intervención para estos menores de edad y sus familias.  Algo que se espera no sea un trato meramente momentáneo, como para cubrir tal escándalo que deja mal parada a las autoridades locales como al propio Estado.

 

 

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