Las hemorroides es un padecimiento que se ha hecho muy común en las consultas médicas, pero muchos desconocen sus síntomas, dejando avanzar las complicaciones que pueden causar daños irreversibles. Y es que esta condición que en su comienzo es silenciosa,  aumenta la dilatación de unas almohadillas formadas de tejido, venas que sensibilizan la zona anal, lo que conlleva a fuertes dolores y alteran la vida cotidiana de quien lo padece.

“Los síntomas de las hemorroides dependen de dónde estén ubicadas. Las internas por lo general no son perceptibles y en raras ocasiones generan molestias. Ocasionalmente, el esfuerzo puede hacer que una hemorroide interna salga a través de la abertura anal. Este tipo de hemorroide se conoce como “hemorroide sobresaliente” o “hemorroide prolapsada” y puede causar dolor e irritación”, aseguró Según la Doctora Liliana Suárez Olarte.

Tenga en cuenta las siguientes advertencias que le ayudara a saber si está presentando síntomas de este padecimiento o si ya lo tiene, como puede contrarrestarlo, para tener una mejor calidad de vida.

  1. ¿A quiénes afecta? Afecta a hombres y mujeres por igual en la edad adulta, son extremadamente raras en niños y en ellos se debe investigar sobre otras enfermedades que las estén generando. Aunque no se sabe la incidencia exacta, se estima que cerca del 50% de la población tendrá hemorroides a lo largo de su vida.

 

  1. Síntomas: aunque las hemorroides internas por lo general no se perciben, el esfuerzo o la irritación producidas al evacuar los intestinos pueden dañar la superficie de una hemorroide y hacer que esta sangre.

Las hemorroides externas se localizan debajo de la piel que rodea el ano. Las que son consideradas grado II, pueden generar picazón y sangrado. Entre tanto, las hemorroides trombosadas grado III y IV, son aquellas que acumulan sangre y forman un coágulo (trombo), provocando dolor intenso, inflamación y un bulto duro cerca del ano.

  1. ¿Cómo se diagnostica? Ante la aparición de síntomas como los descritos anteriormente, se debe consultar inmediatamente al médico. Su diagnóstico puede ser por un examen visual o físico en la zona anal. Si hay sospechas y factores de riesgo para enfermedades inflamatorias del intestino o cáncer, el médico podría examinar el recto a través de una anoscopia o colonoscopia.

 

  1. ¿Cuáles son las complicaciones? Las complicaciones pueden ocurrir desde que aparecen las hemorroides o con el paso de los años. Estas pueden llegar trombosar, prolapsar, el sangrado crónico puede acarrear anemia e inclusive los episodios de inflamación severos pueden desencadenar abscesos.

 

  1. ¿Cuáles son los tratamientos? No todos los pacientes que tienen hemorroides necesitan algún tipo de tratamiento. Sin embargo, según los síntomas y las características de cada caso, se pueden tratar con procedimientos en el consultorio o una cirugía ambulatoria.

 

  1. Cuidados que se deben tener: los pacientes con hemorroides deben mejorar la dieta con un buen consumo de fibra y agua, para que las deposiciones sean sin traumas y se produzca el hábito intestinal diario. Si a pesar de lo anterior hay estreñimiento, el médico deberá formular un suplemento de fibra o laxantes.

Cuando aparecen las complicaciones como trombosis e inflamación, se recomiendan los baños de asiento para disminuir la inflamación y aliviar el dolor. Estos consisten en sumergir la zona anal en un platón con agua tibia por espacios de 15 -20 minutos, 3-4 veces al día.

Cuando hay sangrado o inflamación es recomendable no usar papel higiénico; es mejor lavar el área después de cada deposición o limpiarse con toallitas húmedas sin alcohol ni perfumes.

  1. ¡Precaución con los ungüentos! Las cremas o ungüentos con antiinflamatorios o corticoides ampliamente disponibles en las farmacias, sólo deben ser usadas por periodos muy cortos de tiempo, durante los episodios agudos de inflamación porque, aunque alivian temporalmente los síntomas, no son curativas y su uso prolongado tiene efectos nocivos sobre la piel.

 

  1. Sobre los procedimientos no quirúrgicos: en caso de hemorroides con episodios frecuentes de sangrado, especialmente las internas de grado II, se puede recurrir a la ligadura con bandas que consiste en fijar una banda elástica en la base de la vena para cortar la circulación, lo que produce que se necrose y se caiga

Otro procedimiento es la escleroterapia, que con ciertos agentes se inyectan dentro de la vena que hacen que sus paredes se cierren y se reduzca el tejido hemorroidal.

En caso de hemorroides trombosadas, se puede requerir el drenaje de este trombo a través de una pequeña incisión en la pared de la hemorroide.

Estos procedimientos pueden ser realizados en el consultorio sin necesidad de anestesia general.

  1. ¿Cuándo se necesita de un procedimiento quirúrgico? Las hemorroides grado III y IV necesitan un procedimiento quirúrgico ambulatorio, que requiere anestesia. Existen dos técnicas: una de ellas usa sutura mecánica, que consiste en grapar circularmente el tejido hemorroidal para bloquear el flujo de sangre. La otra llamada hemorroidectomia requiere la remoción de las almohadillas hemorroidales y bien dejar abiertas las heridas o realizar cierre de estas. Estas cirugías no son un procedimiento curativo de por vida, pues si los factores de riesgo persisten, éstas pueden volver a aparecer.

 

 

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