El Presidente de la República Iván Duque Márquez, desde la ciudad de Leticia en el departamento del Amazonas, anunció la aprobación del CONPES ‘Política nacional para el control de la deforestación y la gestión sostenible de los bosques’, liderado por el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Esta política busca implementar estrategias transectoriales para controlar la deforestación y promover la gestión de los bosques, impulsando el uso sostenible del capital natural, la economía forestal y el desarrollo comunitario, con foco principal en los 11 núcleos de alta deforestación (NAD), ubicados en 150 municipios y considerados como los territorios más afectados por la pérdida de cobertura de bosque natural en Colombia.
“Esta es la política pública que formula Colombia de corto, mediano y largo plazo para enfrentar la deforestación y proteger de manera estructural la biodiversidad. Este documento Conpes fija tareas para todas las entidades de Gobierno y se alinea con la meta que tenemos de llegar al año 2030 como un país que reduzca en un 51% las emisiones de gases efecto invernadero, esto implica que tengamos la mayor reducción histórica de la deforestación en este lapso”, aseguró el presidente Iván Duque.
Por la naturaleza de las problemáticas, se requirió de un análisis sistémico de las causas directas y subyacentes que inciden en los procesos de cambio de uso de suelo y pérdida de bosque natural.
De esta forma, se identificaron las acciones que desde el Gobierno nacional se deben desarrollar de manera articulada con los sectores y comunidades, entre otros actores, para controlar la deforestación; al igual que las actividades para promover la conservación y el manejo sostenible de los bosques a partir del reconocimiento de las particularidades y necesidades de los territorios.
A fin de que el país cumpla la meta cero deforestación neta en el año 2030, es decir, que al comparar deforestación con restauración y reforestación, atendiendo los criterios de la definición de bosque natural adoptada por Colombia, el valor es cero, en la política aprobada por el CONPES se establecieron cuatro ejes estratégicos para desarrollarlos en los próximos 10 años:
1. Consolidar alternativas productivas sostenibles que incidan en el desarrollo rural y la estabilización de la frontera agrícola.
2. Fortalecer los mecanismos de articulación y gestión transectorial para la efectiva reducción de la deforestación y gestión de los bosques.
3. Ejercer control territorial y reducción de las dinámicas ilegales que impulsan la deforestación.
4. Fortalecer los sistemas de monitoreo y seguimiento para una administración eficiente del recurso forestal.
La aprobación de esta política destaca la importancia de los bosques para la vida humana por los servicios ecosistémicos que proveen: captura y almacenamiento de carbono, regulación climática, mantenimiento del ciclo del agua, purificación hídrica, mitigación de riesgos naturales como inundaciones o deslizamientos que, además de servir de hábitat para un sinnúmero de especies silvestres y representar valores culturales de comunidades étnicas y tradicionales, aporta a la seguridad alimentaria.
El documento CONPES sigue la línea de políticas, programas e instrumentos normativos y económicos asociados a la protección del bosque natural, como la “Política para la gestión integral de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos”. Así se potencian sus planteamientos gracias a la articulación que brinda una política de Estado transectorial como la planteada.
Asimismo, reconoce la importancia de lo dispuesto en la Sentencia de la Amazonía STC-4360 de 2018, en la cual se declara a la región Amazónica como sujeto de derechos, y articula los esfuerzos desde el nivel nacional hacia el regional, para contribuir a contrarrestar la deforestación y los efectos del cambio climático.
En materia de economía forestal y estrategias de conservación y preservación de los ecosistemas, la política se articula con los principios de crecimiento verde y pago por servicios ambientales; también con las acciones en curso orientadas a atender las dinámicas de ocupación y tenencia de la tierra que generan presión sobre el bosque. Además, se articula con la política de catastro multipropósito y el CONPES del Sistema de Administración del Territorio (SAT).
Por otra parte, responde a los compromisos de Colombia en el ámbito internacional como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las Metas del Acuerdo de París, el desarrollo del Pacto de Leticia y las metas de la Declaración Conjunta de Intención, que estableció la formulación de esta política, como uno de los hitos de compromiso de país para reducir la deforestación.
Proteger, conservar y restaurar los bosques tropicales es una de las bases para alcanzar el desarrollo sostenible en las próximas décadas, logrando el uso eficiente de los recursos naturales que contribuya al bienestar de los colombianos.
Colombia cuenta con el 52% de su superficie terrestre cubierta por bosques y es catalogado como un país megadiverso. Sin embargo, debido a las presiones causadas por las actividades humanas, junto con las diversas dinámicas y complejidades territoriales, se estima que entre 2000 y 2019 se perdieron cerca de 2,8 millones de hectáreas de bosque natural.
Con estas cifras que exigen la intervención urgente del Estado y en consonancia con los compromisos trazados en el Pacto por la Sostenibilidad del Plan Nacional de Desarrollo, se dio vía libre a este documento CONPES.
La aprobación de la ‘Política nacional para el control de la deforestación y la gestión sostenible de los bosques’ es un paso crucial para consolidar la protección de la biodiversidad como activo estratégico de la Nación; y un llamado a valorar los bosques tropicales como el patrimonio natural más grande de todos los colombianos.